"Nunca vi policía con tanto odio"
El relato de la vergonzosa batalla entre la hinchada azul y los uniformados brasileños del orden que acabó con destrozos y 24 detenidos. Corinthians pide sanción económica y deportiva para la U, que teme la clausura del Nacional para el duelo de vuelta.
"Nunca vi a una policía tan maldita, con tanto odio. Era una cosa de locos. Los hinchas de la U no hicieron nada. La mayoría estaba cantando. Fueron dos o tres idiotas de la U los que comenzaron la pelea, pero apenas llegamos al Arena Corinthians, la policía ya estaba de mala voluntad", recuerda Sergio Baisi, representante argentino de jugadores que fue al sector destinado a la barra azul, el testimonio victimista de uno de los espectadores que presenció los hechos que mancharon de vergüenza una vez más el desplazamiento al extranjero de una hinchada chilena.
Este miércoles, en Sao Paulo, en el compromiso ante Corinthians, por la Copa Sudamericana, 26 fanáticos azules, de los cuales dos fueron liberados durante las últimas horas, fueron detenidos en una gresca que los enfrentó con la policía, y que estuvo a punto de suspender el encuentro. Hoy, a las 9 de la mañana, pasarán a control. El saldo final dejó cuatro chilenos y dos policías heridos, además de un funcionario del Arena Corinthians con lesiones de gravedad.
El enfrentamiento se produjo luego que dos fanáticos insultaran a la policía, en el baño. Los agredieron y fueron retirados del reducto. Luego los simpatizantes comenzaron a lanzar las butacas a los policías, en su afán de recuperar a sus compañeros detenidos. Es en ese momento cuando intervino masivamente la policía militar.
Los daños fueron millonarios. A través de un comunicado, Corinthians especificó los destrozos: "Los actos de depredación de la hinchada visitante dio lugar a 218 piezas, incluyendo asientos y respaldos, rotas. También fue arrancada una barandilla en la grada de los visitantes y hubo daños en los baños. Se le suma una puerta de cristal en la zona de acreditación del estadio. Ejerceremos nuestros derechos con los órganos competentes de la Conmebol", sostiene el departamento de comunicaciones del club paulista.
En el Timao el comportamiento de la barra azul causó sorpresa. "Estamos muy sorprendidos con el episodio. Pediremos sanciones económicas y deportivas para la U. Tenemos las imágenes y buscaremos a los responsables. Estamos en un proceso de evaluar todo lo sucedido", dice Alessandro Mori, coordinador técnico del club, a La Tercera.
La Conmebol, ayer, recibió el informe del comisario del partido, que estuvo a cargo Carlos Mastrangelo. En conversación con este medio, el personero argentino reveló detalles del reporte que se realizó de acuerdo con lo que presenció en el estadio: "La inspección es muy simple. Yo sólo pongo lo que vi durante el encuentro. ¿Qué vi? Los simpatizantes arrancaron butacas y se los tiraron a la parcialidad local. Sucedió antes del partido y luego del primer tiempo. La parcialidad local únicamente encendió una bengala. No vi provocación de parte de los hinchas locales", dice. "¿Si el castigo que puede recibir la U es severo? No sé, éso no es de mi ámbito. Perdón, pero no le puedo entregar más detalles".
Corinthians no discriminó las entradas que repartió a la delegación que acompañó a la U. Ahí había barristas, pero también familiares de futbolistas. "Yo estaba de traje y le pedía a la policía que se calmara. Uno me quiso pegar. Le dije 'tócame y no sabes en el lío que te metes'. Fue un caos total. Lo digo con pena, pero lo que pasó fue terrible", agrega Baisi, el agente.
Como hincha, Sergio Groog, de 22 años, se bajó hace pocas horas del avión. También estuvo en el duelo. Pagó 11 mil pesos por su entrada. Accede a conversar con La Tercera, con poca voz. Cantó durante todo el partido: "No dejaban entrar las banderas. Los hinchas de Corinthians nos empezaron a provocar. No había colchones de seguridad. Los policías no dejaban pararnos en el segundo tiempo, y nos decían: 'ésta es la policía brasilera, chilenos hijos de puta; acá se nos respeta'. Si te ponías de pie, te agarraban a palos y te sacaban a patadas. Empezaron a vender una hora antes del partido las entradas. Había mucha gente. Estaba todo muy desordenado y el lío comenzó por la mala organización del evento", cierra el barrista.
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