Obama: "Es hora de actuar en la reforma de salud"




El Presidente Barack Obama, durante su discurso ante las dos Cámaras del Congreso, convocó a los legisladores a unirse en una "temporada de acción" en torno al cuidado a la salud, llamándolos a dejar de lado sus diferencias en favor de redactar una ley que beneficie a millones de personas.

En su discurso, que comenzó con cerca de veinte minutos de retraso, Obama, quien fue recibido con grandes aplausos, señaló que cree "que hay un amplio consenso en torno a estos aspectos del plan", aunque admitió que "persisten por resolver detalles significativos".

El acuerdo, señaló, ronda "el 80% de lo que es necesario hacer, lo que nos deja más cerca que nunca del objetivo de la reforma".

De esta forma, el Mandatario advirtió "ha concluido el tiempo de las disputas. Ha concluido el tiempo de los juegos. Ahora es la temporada de la acción".

"No soy el primer presidente en asumir esta causa, pero estoy decidido a ser el último que lo hace", afirmó el Mandatario advirtiendo que ha llegado el momento para ayudar a millones que tienen seguro de gastos médicos y a muchos más que no lo tienen y apuntó no sólo a la necesidad moral de reformar un sistema que excluye de la cobertura sanitaria a 47 millones de ciudadanos sino que gasta 1,5 veces más por persona que cualquier otro país.

Si no se hace nada "nuestro déficit crecerá, más familias irán a la quiebra, más empresas cerrarán" y "más gente morirá".

También se creará una Bolsa de seguros médicos en un plazo de cuatro años que permitirá, según consideró, recortar los costes de la cobertura.

Asimismo, el Presidente norteamericano explicó que los cambios que tiene pensados costarían aproximadamente US$900 mil millones en una década, "menos de lo que hemos gastado en las guerras de Irak y Afganistán, y menos que los recortes fiscales para los pocos estadounidenses más acaudalados" aprobados en la década de 1990.

Además aseguró que la legislación que busca, garantizaría seguro de salud a los consumidores, sin importar sus condiciones médicas preexistentes, y aportaría otras prestaciones.

"Tan pronto como yo promulgue esta iniciativa, será ilícito el que las empresas de seguros reduzcan la cobertura cuando uno enferma o lo dejen a uno abandonado cuando más los necesita", añade el discurso.

A reglón seguido, Obama aseguró a las personas que cuentan con seguro que "nada en este plan requerirá que ustedes o sus patrones cambien la cobertura o el médico con el que ya cuentan". En tanto, a los empleadores se les requerirá brindar seguridad a sus trabajadores, pero que pequeñas empresas podrían ser objeto de algunas excepciones.

En respuesta a los detractores de esta posibilidad, que creen que causaría un deterioro de las prestaciones médicas y competiría de modo desleal con el sector privado, Obama aseguró que esa opción sería "autosuficiente" y se sufragaría con las primas que cobrará.

Cabe destacar que, casi al término de sus 45 minutos de alocución ante congresistas y senadores, Obama apeló a la memoria del fallecido senador Edward Kennedy, uno de los principales valedores de la reforma sanitaria del país y leyó extractos de una carta que le enviara el "león del Senado", fallecido a finales de agosto, instándole a cumplir la reforma por la que durante años luchara el último gran líder de la dinastía política Kennedy.

Según explicó ante la cámara legislativa, donde se encontraban la viuda de Kennedy, Vicki, así como sus hijos, recibió la misiva hace unos días, pese a estar fechada a mediados de mayo, debido a que el legendario senador, fallecido a los 77 años a causa de un cáncer cerebral, había pedido que le fuera remitida tras su muerte.

Con su discurso, el Presidente estadounidense quiere romper el punto muerto en que se encuentra la reforma, su gran prioridad legislativa y de cuyo éxito puede depender su futuro político.

En la actualidad los legisladores manejan hasta cinco borradores distintos de proyectos de ley sobre la medida.

A la falta de progresos en el Congreso se ha sumado una creciente reticencia del público a la reforma, que amenaza con arrastrar al propio Obama. Las últimas encuestas apuntan que un 52% de los ciudadanos se opone a la medida que propone el Presidente.

En una muestra del carácter urgente que habría cobrado el asunto, el senador demócrata Max Baucus anunció que el Comité de Finanzas presidido por él mismo se reuniría en dos semanas para comenzar la redacción de la propuesta, independientemente de si un puñado de demócratas y republicanos llega a un acuerdo. El panel es el último de cinco que aborda la reforma de salud en el Congreso y, si bien el resultado es incierto, se trata del único comité donde el bipartidismo ha tenido una oportunidad de florecer.

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