Ofensiva israelí en Franja de Gaza aumentó acciones antisemitas en Argentina




La ofensiva "Plomo Fundido" lanzada por Israel en la Franja de Gaza provocó un aumento de las acciones antisemitas en Argentina durante enero y febrero pasado, advirtió un informe presentado hoy en Buenos Aires por el brazo político de la comunidad judía de este país.

En su "Informe sobre Antisemitismo", la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) sostuvo que esa operación militar, llevada a cabo entre finales de 2008 y principios de 2009, hizo que el número de actos antisemitas durante enero y febrero en este país "casi igualaran" a los de todo el año anterior.

El documento fue dado a conocer en la sede de la DAIA por su titular, Aldo Donzis, y por Marisa Braylan, directora del Centro de Estudios Sociales, que lo elabora anualmente.

Donzis explicó que la mayor o menor ocurrencia de hechos reflejados en el informe no debe interpretarse linealmente "como más o menos antisemitismo", pues, dijo, "lo que existen son manifestaciones antisemitas" que ante determinadas coyunturas "encuentran una ocasión para manifestarse".

Braylan subrayó, a su vez, la incidencia que en los últimos hechos de este tipo tuvo la creciente influencia de Irán sobre "algunos sectores políticos marginales del país".

"Muchas de las denuncias tienen que ver con estos grupos y en el informe figuran una serie de fotografías en las que queda clara esa vinculación", explicó.

En junio un juez procesó a nueve personas que en mayo pasado protagonizaron disturbios durante un acto por el 61 aniversario de la creación del Estado de Israel.

Las leyes argentinas castigan con entre tres y ocho años de prisión a quien resulte culpable de este delito, que puede agravarse por la "ley antidiscriminatoria".

Los disturbios se desataron el 17 de mayo, cuando activistas de la hasta ese momento desconocida agrupación izquierdista Frente de Acción Revolucionaria (FAR) agredieron con palos y cadenas a quienes participaban en el acto.

En 1992 un atentado destruyó la embajada de Israel en Buenos Aires y causó 29 muertos, mientras que dos años después un coche bomba arrasó con la sede de la mutualista judía AMIA y provocó 85 víctimas fatales.

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