Pablo Zalaquett: "¿Qué director de prestigio va a querer estar a merced de alumnos, a veces ideologizados?"

Asegura que durante su gestión potenció los consejos escolares, pero cree que el carácter resolutivo que han adquirido es un error: "Implica el fin de la autoridad".




"Yo incentivé la voz de los alumnos y sus espacios de diálogo, lo hice con fuerza, pero el diálogo no puede significar que se haga todo lo que los jóvenes quieran; eso no pasa en ninguna parte del mundo", dice el ingeniero comercial y ex alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett Said (51).

Tras su paso por los municipios de La Florida (2000 a 2008) y Santiago (2008 a 2012), el otrora edil se declara "preocupado" por la dinámica que viven muchos liceos.

"La gran diferencia entre la actual gestión (de la alcaldesa Carolina Tohá) y la mía, fue que los estudiantes querían consejos escolares no consultivos, como decía la ley, sino resolutivos, como son actualmente. Es decir, por ejemplo, que el consejo de delegados de curso, quienes tienen a su cargo la decisión de las tomas, también pueda participar, y terminar influyendo, en decisiones relativas a profesores, directores y hasta en programas escolares de estudio. Yo dije que eso solamente sobre mi cabeza", recuerda.

¿Pero usted ha dicho que también estimuló la participación?

Yo estimulé a los consejos escolares porque los alumnos debían ser escuchados. Muchos directores de establecimientos les tenían miedo a estos concejos y los hacían tarde, mal y nunca. Yo aumenté y apoyé estos espacios. Que los jóvenes opinaran sobre su realidad. Que participaran. Muchos dirigentes me llamaban a altas horas de la noche a mi celular. Eso es una cosa. Pero lo que está sucediendo ahora, con los consejos resolutivos, es otra muy diferente.

¿En qué sentido?

Implica el fin de la autoridad y de la calidad académica. Mira lo que ocurre actualmente con las tomas. Qué director de prestigio va a querer estar a merced de los alumnos, a veces grupos de alumnos ideologizados y sin una evaluación objetiva. Por qué hay directores interinos, por qué el Instituto Nacional sigue sin director, por qué se agrede a profesores y se dañan establecimientos sin ningún castigo. Los consejos escolares consultivos son una necesidad, pero en su carácter de resolutivos son un error.

La alcaldesa Tohá, sin embargo, ha elaborado protocolos transparentes y exigentes de tomas que los alumnos deben seguir, por ejemplo, que sean votadas.

Perfecto, pero quién no se da cuenta de que esas votaciones en los colegios son manipuladas. Muchos alumnos no van a votar y otros son amenazados y atemorizados. Yo sigo recibiendo llamados de estudiantes que me cuentan eso. Ese protocolo estaría bien en un mundo ideal, pero los alcaldes deben trabajar en el mundo real.

¿Lo plantea en término de las consecuencias?

Es que las repercusiones de este estado "de tomas" ya se están viendo. No tanto en el corto plazo, porque sus alumnos pueden dar una buena prueba para entrar a la educación superior. Sin embargo, la imagen y el prestigio de nuestros liceos emblemáticos es cada vez menor. Algunos, como el Instituto Nacional, tenían postulaciones siete veces superiores a su capacidad. Eso va disminuyendo, porque los padres no quieren tomas, sino un año académico regular.

CONTEXTO DE MOVILIZACION

Pablo Zalaquett actualmente trabaja en la empresa Triangular Integración Estratégica, junto a su hermana Mónica y a Loreto Seguel (ex ministra directora del Sernam), orientada a asuntos públicos.

¿A usted lo complicaba el movimiento estudiantil?

No. En 2006, durante el primer gobierno de la Presidenta Bachelet, hubo una comisión para el tema de educación, de la cual yo fui parte. Y no se llegó a nada. A ni un sólo proyecto o gestión de recursos. Sólo declaraciones de buenas intenciones. Y tampoco ocurrió durante el primer año del Presidente Piñera, producto del terremoto. Era un ambiente propicio para que los jóvenes reclamaran por su educación. En ese contexto se dieron las tomas de colegios bajo mi gestión. Pero decidí no desalojar a ningún liceo que tuviera un comportamiento razonable. Sólo hubo uno con actos vandálicos. Comprendía la indignación de los jóvenes. Y significó un costo.

¿Político?

No, de dinero. Al municipio nos pagaban por la asistencia. Y en un momento, todos los liceos de educación media, con 22 mil alumnos, estaban en toma. Hablé con directores, centros de padres y centros de alumnos. Hice esfuerzos con las máximas autoridades del Ejecutivo y con el entonces ministro (Joaquín Lavín), para establecer mesas de trabajo. Pero la orden de gobierno fue que no se dialogaba con jóvenes en toma. Hasta que en 2012 el escenario cambió.

¿Cómo?

El gobierno hizo gestos económicos y con proyectos de ley. A esa altura había muchos padres muy preocupados con las tomas. A mediados de año debemos haber tenido sobre 50% o 60% de los liceos en toma, y a todos los emblemáticos. Y se avanzó mucho.

La alcaldesa Tohá ha dicho que hubo déficit en infraestructura.

Jamás, en la historia de Santiago, se había gastado tanto en ese tema. Invertimos sobre los $ 23 mil millones en la reconstrucción de colegios y/o en proyectos relevantes. Se mejoraron el Instituto Nacional, la escuela Piloto Pardo, el Inba, el Insuco, el Liceo Salvador Sanfuentes y el Liceo de Aplicación, entre otros. Además, yo nunca cambié mi discurso. Siempre he dicho y hecho lo mismo.

¿Alude a la alcaldesa Tohá y su discurso acerca de las tomas?

Lo digo a quien lo entienda. Sí reconozco que todos los alcaldes hemos sido, y seguiremos siendo, el jamón del sándwich. Los jóvenes se toman los colegios y reclaman contra problemas nacionales de fondo, que tienen que ver más con el Ejecutivo y el Legislativo, pero es el alcalde, con un alcance sólo local, quien termina pagando el pato.

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