Papá a la Deriva extiende el éxito de Mega y TVN sigue a la baja

A las 20.27 horas de ayer se vivió el inicio de una nueva y esperada "guerra de las teleseries", y las rivales que se enfrentaron fueron Matriarcas (TVN) y Papá a la deriva (Mega).

Mientras la producción dramática del canal estatal ponía al aire su sexto capítulo, la señal del grupo Bethia transmitía el episodio final de su exitosa comedia Pituca sin lucas- el que alcanzó un peak de 37 puntos-, sucedido por el debut de Papá a la deriva, y ganó el primer round de sintonía de esta naciente batalla. Entre las 20.27 y las 21.30 horas, la segunda ficción de María Eugenia Rencoret en Mega registró un rating promedio de 33,1 puntos, y TVN, en su horario, con la clásica dupla de Claudia Di Girólamo y Francisco Reyes como protagonistas, marcó 6,5 unidades.

Así, en su estreno, Papá a la deriva, además de sacarle una amplia diferencia a su competencia directa, supo mantener el liderazgo del horario vespertino que instauró su antecesora en octubre pasado. En TVN, en tanto, si este escenario se mantiene los próximos días, evalúan realizar modificaciones en la ficción para repuntar en sintonía.

La nueva historia de la televisora de Vicuña Mackenna partió con una típica imagen de Valparaíso, que es donde se desarrolla gran parte de la trama, y tiene a Gonzalo Valenzuela en el rol principal, como Bruno Montt, capitán de la marina. El es padre de  Arturo, Esmeralda, Marina y Cristóbal, y debe criarlos solo y hacerse cargo de ellos, porque quedó viudo hace cinco años. Su gran apoyo en los temas domésticos es Eugenio "Queno" (Claudio Arredondo) Padilla, su hombre de confianza e incondicional mayordomo.

Bruno es un papá con poco tiempo, muy estricto, y a veces se ve superado por las ocurrencias de sus desordenados hijos, sobre todo de los tres más pequeños. Sin mucho éxito intenta imponer sus reglas, y uno de los grandes dolores de cabeza de este capitán es encontrar una nana que dure y que no se espante con la energía de Arturo, Esmeralda y Marina. En esa búsqueda conoce a Violeta (María Gracia Omegna), hija de "Queno". Ella es una mujer encantadora y alegre que dice amar el mar, y su gran pasión es su lancha, llamada "La joya del pacífico". Por una falla en el motor de ésta, no puede seguir trabajando en el mar, lo que la lleva, de forma improvisada, a la casa de los Montt a cuidar a los niños. Violeta, con su forma muy espontánea de ser, desencaja un poco a Bruno, pero sus hijos la adoran desde el primer momento