Papa llama a terminar con el "baño de sangre" en Siria y pide diálogo de las partes

Benedicto XVI pronunció el Mensaje Pascual en el que repasó la situación en el mundo. Instó también al diálogo Israelí-palestino y abogó por la paz en Nigeria y Mali.




En su Mensaje Pascual, que pronunció desde el balcón central de la basílica de San Pedro del Vaticano ante más de 150.000 personas, el Papa Benedicto XVI llamó a poner fin al derramamiento de sangre en Siria  y pidió "un compromiso inmediato" con los esfuerzos de paz que se llevan a cabo para la nación de Medio Oriente por parte de Naciones Unidas.   

"Que la resurrección de Cristo otorgue esperanza a Medio Oriente y permita a todos los grupos religiosos, étnicos y culturales de esa región trabajar juntos para avanzar en el bien común y en el respeto por los derechos humanos", afirmó.   "Particularmente en Siria, que termine el baño de sangre y se produzca un compromiso inmediato en el camino al respeto, al diálogo y a la reconciliación, tal como lo pidió la comunidad internacional", agregó.   

Antes de que el Papa hablara en Roma, las tropas sirias atacaron esta jornada zonas de la oposición y causaron la muerte de 74 civiles, dijeron activistas, en una ofensiva que ha enviado a miles de refugiados hacia Turquía de cara a la tregua prevista para la semana próxima bajo el plan de paz de la ONU.   

La hoja de ruta desarrollada por el enviado de la ONU y la Liga Arabe, Kofi Annan, busca declarar una tregua para el jueves si las fuerzas del gobierno sirio empiezan a retirarse de los centros urbanos 48 horas antes. Ambos bandos se han acusado mutuamente de intensificar sus ataques antes del alto al fuego.     

El Papa también hizo un llamado por "la estabilidad y el desarrollo" en Irak, instó a israelíes y palestinos a "retomar con valentía un nuevo proceso de paz" y condenó los recientes "ataques salvajes terroristas" contra iglesias cristianas en Nigeria. Benedicto XVI se refirió también a la situación en Mali, "que atraviesa -dijo- un momento político delicado" y pidió paz y estabilidad para ese país africanos.

No hubo explicación oficial sobre por qué su discurso "Urbi et Orbi" (De la ciudad al mundo) fue más corto que en ocasiones anteriores, pero el Papa, que el 16 de abril cumplirá 85 años y que hoy apareció más frágil en los últimos meses, lucía agotado en la misa del domingo.   

El Domingo de Resurrección, el día más importante en el calendario litúrgico cristiano, se sumó a un periodo de intensa actividad para el Pontífice, el cual incluyó una visita a México y a Cuba a fines del mes pasado y cinco servicios religiosos en la última semana.   

Mientras se desarrollaba la misa, el Vaticano anunció que Benedicto XVI visitará el Líbano entre el 14 y 16 de septiembre.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.