Pasarela parisina mezcla la exquisitez multicolor y la pureza del blanco
Josep Font y Elie Saab fueron algunos de los modistos que cerraron la alta costura francesa.
La exquisitez multicolor del modisto español Josep Font y la lujosa pureza del blanco con Elie Saab fueron hoy algunos de los broches finales de la alta costura francesa para el Otoño-Invierno 2009-2010.
Blanco roto, marfil, nacarado, levemente plateado, crudo, beige muy claro... No hubo ni mucho menos un solo blanco en la pasarela de Elie Saab, sino un sinfín, en vestidos de elegancia suprema, pensados para ocasiones sólo excepcionales.
ELIE SAAB
Bordados de flores, perlas, strass, plumas o lentejuelas, sobre satén, muselinas, tules, organzas o puntillas, produjeron con el modisto libanés vestidos, cortos o largos, boleros, tops y capas de ensueño, asimétricos, drapeados, plisados y/o semitransparentes.
El lugar elegido para la presentación fue el Pabellón Cambón Capucines, allí donde hace seis meses, Karl Lagerfeld conmocionó el universo de la alta costura estival 2009 con un desfile-manifiesto Chanel construido en torno al blanco.
Imposible la simple coincidencia de lugares, colores y objetivos.
JOSEP FONT
Como sin duda, Josep Font tampoco mostró sus creaciones por casualidad en el histórico "Salón Imperial' del otrora Hotel Intercontinental hoy Hotel Westin, donde durante décadas y hasta el final de su existencia triunfó sistemáticamente la alta costura de Yves Saint Laurent.
Allí donde las maniquíes del mítico maestro desfilaron siempre, en su doble recorrido de ida y vuelta con una lentitud hoy perdida, Font las hizo desfilar con extrema delicadeza, sin prisa alguna, lejos del ritmo trepidante que suele caracterizar todo desfile.
El del modisto catalán se diferenció también en el número de modelos, ni 30 ni 40, once en total, "algunos más que la última vez, un poco hasta donde me da tiempo, en realidad, hasta donde llegó", explicó.
La cuestión "no me preocupa mucho", ser invitado de la Federación de la alta costura francesa "es un orgullo para mí, lo hago lo mejor que puedo y para mí es suficiente. Tampoco pido más", añadió este artista, a quien le gusta inspirar sus colecciones en dos temas a la vez y que gracias a la crisis quiso ser particularmente optimista.
El Font de lujo del invierno próximo, a cuya presentación asistió Carla Royo-Villanova, se iluminará con la inesperada reunión del artista Frank Stella (1936) y la celebración del rito de la muerte en México.
La "celebración a la vida, a la alegría y al color", unida a las formas, colores y volúmenes tridimensionales del pintor y escultor expresionista produjeron un exquisito desfile de prendas atípicas, en tonos amarillo limón, 'blanco hielo', negro, verde bosque, azul, fucsia y rojo fuego.
El momento es "tan gris y tan negro que me apetecía ser optimista", explicó el modisto.
"Es lo bueno de mi trabajo, investigar cosas que aparentemente no tienen nada que ver y trabajarlas", añadió.
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