El PC pierde su fuerza en el movimiento social

La derrota de Jaime Gajardo tras 10 años en el Colegio de Profesores fue categórica, y así lo asumieron en el Partido Comunista mucho antes de que estuvieran los resultados definitivos de la elección.

La primera reacción de la bancada comunista fue la explicación más sencilla: es parte de los costos de ser un partido de gobierno. Un costo más, pues se suma a la pérdida de federaciones estudiantiles, a la objetada fórmula con que Bárbara Figueroa logró mantenerse a la cabeza de la CUT -mediante un acuerdo con el DC Nolberto Díaz, luego de ser derrotada por Arturo Martínez-, y a perder más de cien mil votos tras las municipales de octubre, donde perdieron, entre otras comunas, Pedro Aguirre Cerda, que había sido un bastión del partido.

Uno de los últimos incidentes que complicaron al partido con el "movimiento social" fue la -también controvertida a nivel político-, votación del reajuste del sector público, donde la bancada del PC, como gesto al gobierno, pasó del rechazo a la abstención, frente a una propuesta que no logró satisfacer a los trabajadores.

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En efecto, el propio Mario Aguilar -que destronó a Gajardo-, ya advirtió ayer, tras asimilar el triunfo, que será crítico de La Moneda.

Con el 43% del universo escrutado, ayer la lista de Aguilar conseguía el 63,33% de los votos, mientras que la de Gajardo sólo alcanzaba el 9,06% de la votación.

"Está claro que el profesorado quiere un gremio autónomo, decirle al Gobierno que la reforma y la carrera docente no nos conforman", aseguró, y luego afirmó que van a dialogar "desde la autonomía y representando únicamente los intereses del profesorado", aseguró.

Felipe Valdebenito, quien es el primer secretario de la Izquierda Libertaria -grupo que integra la lista disidente de Aguilar-, coincidió en que "el liderazgo de Gajardo estaba sumamente desgastado producto del rol que tuvo el PC al interior del gremio al defender los proyectos de ley del gobierno, particularmente los de Carrera Docente. Se demostró que la tesis que tenían ellos, de un pie en la calle y un pie en el parlamento, era imposible de implementar y defender. Ellos defendieron los intereses del gobierno".

En el PC han tomado nota de este adverso escenario que se ha configurado. De hecho, en el último comité central de la colectividad fue uno de los temas más discutidos por la militancia, es decir, cómo el rol de defender al gobierno ha influido en su posición al interior de los movimientos sociales.

Junto con acusar que hubo una campaña de desprestigio contra la Nueva Mayoría el integrante de la comisión política y del comité central del partido, Juan Andrés Lagos, reconoce parte de esquema.

"Es el costo de las reformas que quedan a medio camino, ha influido la lógica economicista que ha imperado en el gobierno en el último tiempo, hay limitaciones a las reformas y eso fue un factor que influyó", dice Lagos a La Tercera, junto con confirmar que será el principal tema de debate de un nuevo pleno del comité central, convocado sólo para analizar este fenómeno.

Por otro lado, la jefa de bancada de la colectividad, Karol Cariola, señaló en CNN que "ser oposición es siempre mucho más fácil, trae mayores réditos para cualquier organización política, cuando uno es gobierno y asume responsabilidades tiene costos por eso".

En todo caso, agregó que pese a la derrota, el partido no piensa alejarse del movimiento social.

Bárbara Figueroa -que se convirtió en el segundo rostro del fracaso pues al cierre de esta edición no aseguraba un cupo en la mesa, por lo que estaría perdiendo la cuarta vicepresidencia-, también se expresó en esta línea. A través de su cuenta de Twitter anunció que "el resultado adverso de esta elección no significa claudicar en nuestras convicciones", y que "seremos contribuyentes desde nuestro sello".

No obstante, también aprovechó la red social para defender un planteamiento que había hecho más temprano: que la derrota también se explicaría porque "hay un fuerte anticomunismo en el país".

No obstante, el vacío que han dejado los comunistas lo han capitalizado en varios espacios los nuevos movimientos de izquierda. Entre ellos, el Movimiento Autonomista del diputado Gabriel Boric, que en esta oportunidad compitió en la lista de la disidencia al PC, la que también integraba la Izquierda Autónoma, de la que se escindió Boric.

Factores internos

Parte del análisis del partido es que también incidieron factores internos, como el descontento de las bases del Colegio de Profesores con la conducción de Gajardo, en particular durante la tramitación del proyecto de Carrera Docente. Entre las bases del profesorado aseguraban que Gajardo aceptó el proyecto pese a que sectores considerables del Magisterio presionaban por rechazar.

Esto se graficó, por ejemplo, en una asamblea nacional del Magisterio, donde la mayoría de los comunales exigió rechazar el proyecto.

Así las cosas, a fines del año pasado las fuerzas "disidentes" iniciaron una campaña de fichaje en el gremio, precisamente para sacar a Gajardo. En esta oportunidad, además, esas fuerzas compitieron unidas, a diferencia de lo que ocurrió en la elección pasada, donde Mario Aguilar fue por el grupo Refundación y Mario Vásquez por Fuerza Social.

En esta ocasión ambos movimientos, además del Partido Humanista, la Izquierda Libertaria, el Movimiento Autonomista, el Movimiento Unidad Docente, el Movimiento de Educadores Diferenciales, e incluso algunos descolgados de la Nueva Mayoría -sobre todo del PS-, fueron contra Gajardo.

"Por un lado triunfan las fuerzas de cambio. El factor unitario fue fundamental porque estaban los humanistas, los libertarios, unidad docente, movimiento autonomistas, todos nos pusimos de acuerdo para recuperar el colegio al moviemiento social. Pero también hubo un voto de castigo fuerte a una conducción que siempre se puso al servicio del gobierno y no de los profesores", resumió Andrés Fielbaum, Coordinador Nacional de Izquierda Autónoma.