El perfil de los yihadistas en España
Se trata de hombres casados, de entre 18 y 38 años. La mayoría pertenece a células terroristas y no son lobos solitarios.
Mayoritariamente hombres, de entre 18 y 38 años, casados y de nacionalidad marroquí o española. Ese es el perfil de los yihadistas en España y el ataque del jueves en Barcelona ha puesto de manifiesto que su presencia aún es fuerte en el país.
Un estudio del Real Instituto Elcano, divulgado a comienzos de mes y realizado a 178 personas detenidas en España entre 2013 y 2016 por actividades relacionadas con terrorismo yihadista, reveló que la edad promedio al comienzo del proceso de radicalización era de 25,9 años y de 20,7 años en el caso de las mujeres. Además, cerca de la mitad son segundas generaciones descendientes de inmigrantes procedentes de países mayoritariamente musulmanes y, en un porcentaje algo menor, se trata de inmigrantes de primera generación con ese mismo origen. También, uno de cada 10 detenidos es converso. Sobre su educación, los que cursaron la enseñanza media triplican a los que no terminaron la básica.
Se trata de personas que trabajan en el sector de servicios o como obreros no especializados, están desempleados o carecen de una ocupación conocida, lo que -advierte el estudio- los hace combinar las actividades yihadistas y la pequeña criminalidad.
El reporte también señala que, en la mayor parte de los casos, la radicalización se inició a partir de 2011 o 2012, lo que significa que fue después de que se desencadenara la guerra en Siria y el establecimiento de un centro yihadista en el norte de Mali, en África.
El estudio destaca que la radicalización yihadista de los detenidos no ocurrió de manera uniforme o proporcional respecto al tamaño y la distribución de la población musulmana en el país, sino que se concentró en cuatro demarcaciones. Así, se radicalizaron en la provincia de Barcelona el 23,2%, en Ceuta el 22,2%, en Madrid y área metropolitana el 19,2%, y en Melilla el 12,1%.
"En conjunto, el principal escenario de la actual movilización yihadista promovida en España por el Estado Islámico se encuentra en la provincia de Barcelona", señaló en un artículo citado por El País el investigador Fernando Reinares, director del Programa sobre Terrorismo Global de Elcano.
En este sentido, el diario señala que con 14 arrestados y 10 operaciones policiales hasta antes del atentado de Barcelona, Cataluña se ha convertido en 2017 en la región donde las fuerzas de seguridad han desarrollado un mayor número de intervenciones antiyihadistas. La cifra marca una tendencia al alza, debido a que en 2016 se contabilizaron 11 detenidos y 7 actuaciones, que responde a las labores de inteligencia de los investigadores.
Si bien el ataque del jueves se trató del primero desde lo ocurrido en Madrid el 11 de marzo de 2004, las advertencias sobre la posibilidad de un ataque de envergadura han estado presentes por mucho tiempo. En un artículo titulado "España, prometemos buscar venganza", publicado el 18 de julio de 2016 por el grupo activista pro Estado Islámico Al Wafa Foundation, uno de sus miembros, Abu Marya Al-Aseef, llamó a los musulmanes a atacar discoteques y aviones en el país, usando explosivos, armas y camiones para vengar los crímenes cometidos por Madrid contra los musulmanes, tanto en el pasado como en el presente, desde la inquisición a su participación en la coalición por la lucha contra el terrorismo.
El artículo, consignado por el think tank estadounidense Middle East Media Research Institute, también llamaba a las personas que vivían en Marruecos, Túnez, Argelia, Mauritania y Libia a que secuestraran a españoles y que los decapitaran o que los cambiaran por prisioneros musulmanes. "Oh, benditos hermanos donde sea que estén: ataquen cualquier lugar que encuentren adecuado para ser un blanco que discipline a los criminales españoles".
¿Cuánta influencia tiene este tipo de mensajes en los yihadistas en España? Según el informe del Instituto Elcano, un 40,3% de los detenidos se radicalizó en un entorno mixto, es decir, mediante internet y en compañía de otra persona. Sólo el 35,3% se radicalizó en un entorno llamado online. "Esta radicalización, a través de internet y redes sociales, ha sido habitual entre individuos que se radicalizaron en solitario", señaló el informe.
El reporte señala que un 24,4% se radicalizó en un entorno offline, es decir, entre personas que se adhirieron al salafismo yihadista durante el tiempo en prisión.
Según otro análisis del Instituto Elcano de 2016, la principal motivación para enrolarse en el Estado Islámico es de tipo ideológica y utilitarista, y sus líderes remiten a la idea de la yihad como imperativo religioso, eficaz, asociada al éxito del grupo y a los incentivos materiales o no materiales de su pertenencia. Por otra parte, ese estudio constató que la mayoría de los detenidos en España estaban implicados en células, grupos o redes, en las que ocupaban distintas posiciones. Asimismo, tres de cada 10 detenidos -de un total de 124- pertenecían a células con capacidades operativas y con voluntad de atentar en España, tal como ocurrió en Barcelona.
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