Periodista francesa que demandó a ex jefe del FMI niega estar "manipulada o desequilibrada"

La periodista y escritora francesa Tristane Banon, que denunció al ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn (DSK) por intento de violación, negó hoy que esté "manipulada o desequilibrada" y aseguró que nadie ha influido en ella a la hora de tomar esa decisión.

"No estoy ni desequilibrada, ni manipulada, ni por el alcalde de mi ciudad (Boulogne), ni por partidos políticos de derecha o izquierda, ni por mi abogado o por mi madre", declaró la joven en una entrevista a la cadena "France 2".

"Tengo 32 años y sé tomar mis propias decisiones sola, aunque sean difíciles", añadió en referencia a su intención de llevar ante la Justicia a Strauss-Kahn ocho años después de que el político presuntamente intentara violarla cuando le entrevistó para preparar un libro.

"Durante ocho años, y sobre todo en 2003, cuando pasó, he creído que no denunciándolo, que escuchando los consejos de la gente de mi alrededor, de mi madre, de los periodistas (...), que me recomendaban no hacerlo, podría olvidar. Pero en realidad no ha sido posible", reconoció Banon, cuya familia es cercana a la de Strauss-Kahn.

Aseguró que cuando su historia fue difundida por los medios en 2007 tampoco quiso actuar, pero que cuando su caso volvió a salir a la luz, tras la supuesta agresión sexual del economista galo a una empleada del hotel Sofitel de Nueva York el pasado 14 de mayo, consideró que era el momento oportuno.

"La gran diferencia (en esta ocasión) es que entonces, desde hacía un año y medio, tenía un abogado del que sabía que si me decidía a denunciar (...) me apoyaría hasta el final", indicó Banon, quien hizo hincapié en que, si estuviera motivada por la fama, habría actuado antes.

Respecto a lo afirmado por Strauss-Kahn de que aquella entrevista se desarrolló "con normalidad", la periodista subrayó que él "tiene muchos problemas de memoria" y que "no por repetir una mentira una y otra vez ésta acaba siendo verdad".

Strauss-Kahn, de 62 años y que desde el primero de julio está en Nueva York en libertad condicional sin fianza, ha mantenido siempre que los hechos de los que le acusa la periodista francesa son "imaginarios" y este lunes presentó una querella contra ella por "denuncia calumniosa".