Plan de reestructuración de deuda griega tiene fría recepción en la zona euro
Aparte de los asuntos legales, el intercambio de deuda propuesto presenta varios inconvenientes prácticos.
La propuesta griega de canjear deuda gubernamental por bonos con pagos de intereses ligados al crecimiento económico tuvo este martes una recepción escéptica de funcionarios de la zona euro.
El nuevo ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, lanzó la idea de que los bonos griegos en poder del Banco Central Europeo (BCE) y parte de la deuda con los gobiernos de la zona euro -53.000 millones de euros en créditos bilaterales- podrían ser intercambiados por bonos ligados al crecimiento o por bonos perpetuos.
Funcionarios de la zona euro implicados en la negociación de la asistencia financiera a Grecia dieron una fría recepción a la propuesta.
"Necesitamos más detalles, pero las primeras reacciones son más bien escépticas", dijo uno. "Hay preocupación de que sea una nueva treta para lograr un recorte" de la deuda.
Funcionarios aseguraron que no hay ánimos para reestructurar la deuda griega en poder de la zona euro, de 195.000 millones de euros en la actualidad.
El BCE y los bancos centrales nacionales de la zona euro que integran su sistema tienen unos 50.000 millones de euros más.
"Varoufakis es inteligente, pero está subestimando los problemas y la flexibilidad constitucional del BCE y los gobiernos de la zona euro", dijo otro funcionario.
Aparte de los asuntos legales, el intercambio de deuda propuesto presenta varios inconvenientes prácticos.
"Advirtiendo que nos faltan los detalles necesarios para analizar la idea de forma apropiada, no veo mucho ánimo y sí la posibilidad de dificultades prácticas considerables", señaló un tercer funcionario de la zona euro.
"Para empezar, ¿cuál sería el umbral de la tasa de crecimiento usado para los bonos ligados al crecimiento? ¿Se basaría en previsiones -presumiblemente no- o datos actuales? ¿Y si la cifra se revisa más tarde al alza o a la baja, como suele ocurrir?", agregó.
Un informe del centro de estudios alemán DIW respaldó los bonos ligados al crecimiento porque disminuirían la posibilidad de un incumplimiento de pago de Grecia, estabilizarían el diferencial de deuda incluso aunque el crecimiento sea débil, incentivarían las reformas y, si el crecimiento despega, aportarían más dinero a los prestamistas de la zona euro.
Pero los funcionarios de la zona euro dijeron que es improbable que el BCE acceda a tener bonos griegos ligados al crecimiento o perpetuos -títulos sin vencimiento pero que pagan un interés anual relativamente alto-.
Asimismo, aseguraron que es difícil mejorar las condiciones financieras que obtuvo Grecia en el fondo de rescate.
"Mi primera reacción es que no se hará", dijo un cuarto funcionario. "¿Por qué esta ingeniería financiera, si los costos son ya los más bajos que puede conseguir?".
"Todo esto es muy preocupante, si es lo mejor que puede presentar Grecia", agregó.
Grecia tiene un periodo de gracia para devolver sus préstamos de la zona euro hasta el 2023 y el vencimiento promedio de los créditos es de 32 años.
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