Presidente de Bolivia atribuye derrota a voto de castigo a políticos corruptos y al machismo
Evo Morales lamentó haber perdido las elecciones en La Paz, luego de que su candidata obtuviera el 29% de los sufragios, mientras su contrincante, disidente del partido oficialista, logró el 52%.
El voto de castigo a los políticos corruptos y el machismo ante una candidata mujer e indígena son las principales razones a las que el presidente de Bolivia, Evo Morales, atribuyó hoy la pérdida de los principales bastiones políticos de su partido en los comicios regionales y locales del domingo.
"Lamento mucho que en La Paz hemos perdido las elecciones", reconoció Morales, en una rueda de prensa, sobre la abultada victoria de candidaturas opositoras en la Gobernación de ese departamento y también en la Alcaldía de la ciudad de El Alto, hasta ahora el feudo más radical del oficialismo.
Los datos ofrecidos hasta ahora pertenecen a los sondeos a pie de urna y por conteo rápido difundidos por los medios bolivianos, que tradicionalmente son dados por buenos por el Gobierno y la oposición ante la habitual demora del Tribunal Supremo Electoral en anunciar los resultados oficiales.
En el "preocupante" caso, según sus palabras, de El Alto, donde la opositora de origen aimara Soledad Chapetón ganó la Alcaldía con un 55,2 % frente al candidato del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) Edgar Patana (31,8 %), que buscaba la reelección, Morales sostuvo que "ha habido acusaciones" de corrupción contra Patana que deben ser investigadas.
"Si eso es verdad, el pueblo ha dado voto de castigo a la corrupción y, si es así, felicito al pueblo paceño", dijo el gobernante.
De otro lado, achacó la pérdida de la Gobernación de La Paz a la condición de mujer indígena de la candidata oficialista, Felipa Huanca, quien obtuvo un 29,2 % de los votos frente al intelectual aimara Félix Patzi, un disidente del MAS y hoy opositor que se alzó con la victoria al lograr un 52,1 % de los apoyos.
"Siento que todavía hay machismo y también discriminación a una mujer originaria campesina", incluso por parte femenina, censuró Morales, quien recordó cómo cuando acompañaba a Huanca durante la campaña, "las mujeres miraban de reojo" con "envidia y codicia".
La otra derrota que preocupa al presidente es la encajada en la Alcaldía de Cochabamba, la región en la que despegó su carrera política como líder cocalero en los años 90.
"Tenía mucha confianza en Cochabamba. Vamos a evaluar a qué se debe la derrota en esa ciudad", refirió.
El opositor José María Leyes fue elegido alcalde de esa urbe con el 56,7 % de los votos, si bien el MAS mantuvo la Gobernación de Cochabamba gracias al 60,3 % obtenido por la candidatura del exministro de Comunicación de Morales Iván Canelas.
A pesar de las derrotas en esas plazas claves, Morales se mostró "muy optimista y muy contento", porque, a su juicio, "es falso que el MAS haya perdido".
"Hemos mejorado y aumentado, solo me preocupan los resultados en La Paz y Cochabamba", indicó el presidente, quien apostilló que muchos de los opositores que han vencido a las candidaturas oficialistas también procedían del MAS.
Con los resultados extraoficiales difundidos hasta ahora y a la espera de los datos del Tribunal Supremo Electoral, el MAS ha ganado cuatro de las nueve gobernaciones del país, mientras que la oposición triunfó en tres y se prevé que en las dos restantes sea necesaria una segunda vuelta.
Además, las principales ciudades de Bolivia, entre otras, también permanecen o pasan a manos de la oposición: Santa Cruz, La Paz, El Alto y Cochabamba.
"La gran debilidad que tenemos es cómo elegir a los mejores candidatos", explicó Morales, ya que "todavía hay cierto sectarismo en algunos dirigentes del MAS" y, agregó, "en algunos lugares tenemos graves denuncias".
También atribuyó los problemas con candidatos y la marcha de dirigentes de su partido a la oposición a la supuesta "infiltración de la derecha internacional".
Respecto a sus amenazas durante la campaña de que no realizaría inversiones estatales en aquellos lugares donde ganara la oposición, justificó que "cuando se dan recursos a alcaldías (gobernadas por opositores) no terminan las obras intencionalmente y luego me echan las culpas a mí".
El mandatario estimó que la participación en estos comicios rondó el 85 %, un porcentaje con el que, agregó, "nuevamente el pueblo boliviano ha demostrado que es democrático".
Ejercer el voto es obligatorio en Bolivia e incumplir este deber está duramente sancionado con multas económicas e impedimentos administrativos.
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