Presidente de la Corporación Empresa y Sociedad: "La promesa de subir 20% las pensiones es populismo refinado"
José Antonio Guzmán, ex presidente de AFP Habitat afirma que no existe sustento técnico o financiero que respalde esta medida.
Tres años han pasado desde que José Antonio Guzmán renunció a la presidencia de AFP Habitat. Aunque hoy preside la Corporación Empresa y Sociedad y es socio director de la constructora Guzmán y Larraín, su agenda y exposición pública disminuyó. Sin embargo, Guzmán cree que hay momentos en que es necesario hablar, como ahora, en pleno debate por la reforma previsional que prepara el gobierno, "cuando no se dicen las cosas que hay que decir".
¿Cómo evalúa el proyecto que prepara el gobierno?
Son dos proyectos en uno. El primero incrementa el ahorro previsional individual en la cuenta y apunta en la dirección correcta aunque no es suficiente; y el otro es un alza de impuesto a los empleadores, para que contribuyan con un 2% más de su planilla a un fondo común, opción que es bastante oscura. Se dice que iría en ayuda del pilar solidario, de las mujeres, de una generación a otra, nada muy preciso. La pregunta que uno tiene que hacerse es si esto tiene que hacerse con impuesto a los empleadores.
¿Cuál debería ser el camino?
Hay formas más universales, no tan discrecionales, de generar recursos. Una opción es redistribuir recursos públicos, porque es mucho más importante el problema de las actuales pensiones y la brecha con las mujeres, que la gratuidad universal en la educación.
No se ha hecho ningún esfuerzo en ese sentido, más bien siempre se está aumentando la tasa de contribución de los empleadores. Eso ha tenido un costo que estamos viendo hace algunos años, en inversión, crecimiento y empleo.
¿Dónde está el error?
Aquí se ha tratado de disfrazar el tema de la solidaridad, que debe obtenerse a través de los impuestos y no de los empleadores.
¿Apoya que se destine 3% a las cuentas individuales?
Aquí el tema principal está en la administración de esta mayor contribución. Será con cargo a los empleadores, quienes tienen la disposición de contribuir con la pensión de sus trabajadores. Aunque tarde o temprano esto se verá reflejado en los salarios. Por eso debe ser gradual, ya que viene a superponerse con la mayor carga tributaria de la reciente reforma impositiva.
Pero no me parece que este mayor ahorro sea administrado por un ente fiscal solo por razones ideológicas para desacreditar a las AFP, en circunstancias que una de las virtudes del sistema es la libertad de elegir.
El ministro no cree que las AFP puedan hacerlo sin costo adicional para el afiliado.
Las AFP tienen que salir al paso y decirle al ministro de Hacienda: "¡sí señor!, estamos dispuestos a administrar este 3% sin ninguna comisión extra para los afiliados".
¿A qué se debe entonces la creación del ente estatal?
Más bien a razones políticas e ideológicas. Ideológicas porque el gobierno actual no sabe cómo sacarse la presión de que las AFP fueron creadas en el gobierno militar y ese es un problema. La otra es porque la vocación del actual gobierno está en crear más entes públicos, más Estado y menos privados. En último término, nunca me he opuesto a que haya más AFP, porque la clave del sistema está en que las personas puedan escoger en quién confían más para esto. Según la encuesta Cadem, el 70% de los afiliados quiere elegir dónde va su mayor ahorro y me parece que es lo natural.
De todas formas con la propuesta del gobierno las pensiones aumentarían de inmediato 20%...
Eso es absolutamente populista porque no le encuentro ningún sustento técnico o financiero. Salvo que se este pensando, que no se ha dicho, en cobrar de inmediato el 2% y repartir. Cosa que no descarto que propongan. Si se respetara lo que dijo la Presidenta el primer día, que esto va a ser gradual y no afectará a la economía, no hay por dónde subir 20% las pensiones. Además, el ministro de Hacienda dijo que hasta las pensiones más altas van a subir, y yo estaría feliz, porque ya soy pensionado. Pero encuentro que es de un populismo refinado el ofrecer una cosa de ese tipo, porque significa que en alguna parte hay algo que se está ocultando.
¿Cómo evalúa la gestión del ministro Valdés?
Reconociendo que ha hecho un esfuerzo muy importante en materia de estabilidad fiscal, me decepciona que aliente o permita opciones como ésta y otras más. No es momento de pasar facturas, pero están las experiencias en materia laboral, tributaria, que inciden en el nivel de confianza y expectativas.
¿Esta propuesta puede darle legitimidad al sistema?
Se esconde que el problema de las pensiones no es responsabilidad de las AFP, aunque se les endosa. Ninguna autoridad quiere reconocer que el problema es la baja densidad de cotizaciones, el ahorro insuficiente, las mayores expectativas de vida, que los independientes no cotizan, entre otros. Y todos los entes técnicos llegan a esa misma conclusión, pero el gobierno político la omite ¡De qué me habla el ministro cuando me dice que las AFP no tienen legitimidad! Esta bien que lo diga el señor Mesina, pero el ministro de Hacienda no puede esgrimir un argumento de ilegitimidad así.
¿Le preocupa que esta discusión sea en este momento político?
Lo encuentro bastante riesgoso, pero estoy dispuesto a correr el riesgo. No sé si vaya a avanzar mucho en período electoral y reconozco que existe un riesgo muy alto de que esto se politice, porque evidentemente hay mala intención de algunos sectores para no ir al problema de fondo, pero el tema de las pensiones hay que abordarlo.
¿Los costos políticos son el tope?
Ese es un problema que va a existir siempre, porque muchas de las medidas son impopulares. Para eso se necesitan liderazgos, cosa que es una especie escasa hoy día.
¿Es difícil que este proyecto sea aprobado durante este gobierno?
Sí. Por eso espero que el próximo presidente no vuelva a chutear el problema y que el Congreso futuro lo apoye en ese sentido.
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