Primer ministro escocés anuncia proyecto de ley para referendo independentista

El ministro principal de Escocia, el  nacionalista Alex Salmond, anunció hoy una propuesta de ley para  un referendo que permita la independencia del país de Gran  Bretaña, una medida que cuenta con una fuerte oposición en el  Parlamento de Edimburgo.

El gobierno del minoritario Partido Nacionalista Escocés  (SNP) anunció la serie de leyes que planea presentar al  Parlamento para el próximo año.

Salmond anunció que su administración busca convocar a un  referendo por la independencia de Escocia para 2010.

Sin embargo, los bloques laborista, conservador y liberal  democrático se oponen a la separación del país del Reino Unido,  al considerar que deben priorizarse otros temas, como la  recuperación económica y el desempleo.

El ministro principal escocés anunció un total de 13  propuestas legislativas, que incluyen elevar el precio mínimo de  las bebidas alcohólicas, construir viviendas sociales y  preservar los monumentos históricos del país.

Según Salmond, existe "un consenso para el cambio" en el  estatus constitucional de Escocia.

"Quiero que Escocia tenga las mismas responsabilidades y  oportunidades que naciones similares", afirmó el ministro frente  a los parlamentarios escoceses.

"Hasta que no podamos utilizar los mecanismos económicos y  financieros que cuentan otros gobiernos en el mundo, Escocia  estará siempre en desventaja", agregó.

De acuerdo al mandatario, su gobierno "fue votado con el  mandato popular de debatir el futuro de Escocia en un  referendo".

"Es hora que el pueblo de Escocia diga lo que piensa. No  todos estarán de acuerdo con nuestra visión de futuro, lo  sabemos, pero la población de Escocia debe ser escuchada. Este  Parlamento no puede interponerse en el camino, dejemos que la  gente hable", continuó.

En el referendo que propone Salmond se incluirían otros  aspectos, como un mayor poder en asuntos fiscales e impositivos.

El Reino de Escocia fue un estado independiente hasta 1707,  fecha en la que se firmó el Acta de Unión con Inglaterra, para crear el Reino de Gran Bretaña.

En 1997, bajo el gobierno de Tony Blair, se realizó  el proceso de Devolución, que retornó algunos poderes al país, entre ellos la conformación del Parlamento ubicado en la capital, Edimburgo.