Problemas económicos de Europa potencian la correlación entre el oro y el petróleo
Luego que este año se rompió el vínculo que mantuvieron estas mercancías durante un quinquenio, la relación se recompone a medida que la regresión en Europa impulsa alzas para el dólar.
La conexión actual entre el oro y el petróleo es la más fuerte en casi un año gracias a las aflicciones económicas de Europa.
Después de que este año se rompió el vínculo que mantuvieron estas mercancías durante un quinquenio, la relación está recomponiéndose en la medida que la regresión en Europa impulsa aumentos para el dólar. Es una mala noticia para el lingote de oro y el crudo en medio de una menor demanda de materias primas como activos alternativos por parte de los inversores.
Tanto el oro como el West Texas Intermediate se encaminan hacia las primeras pérdidas trimestrales este año, lo cual subraya una perspectiva bajista de Goldman Sachs Group Inc. Los precios también están cayendo en tanto las ganancias para la economía estadounidense dan lugar a que la Reserva Federal eleve las tasas de interés, reduciendo la perspectiva de inflación.
"El dólar ha sido la principal fuerza vinculante entre el oro y el petróleo, y ahora la caída en Europa y en el mundo emergente contribuyó a volver a conectar a ambos", dijo ayer Walter "Bucky" Hellwig, que colabora en la gestión de US$17.000 millones en BB&T Wealth Management en Birmingham, Alabama. "Ambas inversiones perdieron lustre, y probablemente las seguiremos viendo operar con debilidad ya que el dinero sigue fluyendo a los títulos y valores estadounidenses y al dólar", agregó.
La correlación de 120 días entre los futuros del crudo y el oro avanzó casi 0,3 esta semana, el nivel más alto desde octubre. Una medida de 1 indicaría que los dos avanzaron hombro con hombro en la misma dirección, y menos 1 refleja movimientos opuestos. La medición fue negativa en febrero por primera vez desde julio de 2009.
EXPECTATIVAS DE INFLACION
Las mercancías se han movido en la misma dirección en siete de los últimos 10 años. Este vínculo suele reflejar las expectativas de inflación de los inversores, según el economista Dennis Gartman. Las economías desaceleradas generalmente corresponden a caídas en la demanda de energía y los precios al consumidor.
La correlación avanzó hasta 0,62 en abril de 2010, el nivel más alto desde 1991, en tanto los inversores se diversificaron pasando del dólar y los bonos a los productos básicos en medio de un estímulo monetario sin precedente en los Estados Unidos. La medición se ubicaba ayer en 0,27 en comparación con -0,1 el 11 de junio.
El Banco Central Europeo rebajó la semana pasada su pronóstico de crecimiento para este año y el próximo. El relativo desempeño superior al mercado de la economía estadounidense llevó ayer el Bloomberg Dollar Spot Index hasta un máximo en 14 meses.
La Fed redujo su programa mensual de compra de bonos hasta US$25.000 millones el 30 de julio, la sexta reducción de US$10.000 millones desde noviembre. La presidenta de la Fed, Janet Yellen, dijo el 22 de agosto que si el avance en los mercados de trabajo "sigue siendo superior al previsto", las tasas de interés pueden llegar a subir antes de lo esperado.
El oro y el petróleo "vuelven a estar maravillosamente relacionados debido a las expectativas deflacionarias", dijo Gartman ayer.
El crudo WTI se desplomó 13% este trimestre hasta US$91,67 el barril ayer en la Bolsa Mercantil de Nueva York. Se proyecta que la demanda europea de petróleo caerá 0,9% hasta 13,5 millones de barriles diarios este año, según la Administración de Información Energética de los Estados Unidos. La región representó un 15% de la demanda global el año pasado, según BP Plc.
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