Protestas en Dallas: Cifra de policías muertos aumenta a cinco en medio de fuerte tensión racial
El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó las agresiones a los efectivos y aseguró que "cualquier implicado en estos asesinatos acabará rindiendo cuentas. Se hará justicia".
En medio de una protesta por la muerte de dos hombres afroamericanos a manos de la policía, un nuevo hecho de violencia estalló en la ciudad de Dallas, en una semana que trajo sombríos recuerdos de la accidentada era de los derechos civiles.
Esto ya que tras la manifestación, varios francotiradores dispararon en contra de la policía matando a cinco efectivos e hiriendo a otros seis.
Los hechos fueron condenados por el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien manifestó que se trata de una "tremenda tragedia" y que fue un "ataque despiadado, calculado y despreciable contra agentes de seguridad".
Además, señaló que no hay justificación para lo ocurrido y envió condolencias al departamento de Policía de Dallas. Así, indicó que hay varias personas sospechosas y que "cualquier implicado en estos asesinatos acabará rindiendo cuentas. Se hará jsuticia".
El jefe de la policía de la ciudad sostuvo que uno de los sospechosos que está detenido, no está cooperando y aseguró que busca hacer mñas daño a agentes de la ley.
Los disparos comenzaron en torno a las 8:45 de la tarde del jueves, cuando cientos de personas se manifestaban por las muertes en tiroteos policiales esta semana en Baton Rouge, Louisiana, y un suburbio de St. Paul, Minnesota. Brown dijo a la prensa que los francotiradores dispararon "al estilo de una emboscada" sobre los agentes. Un miembro del público resultó herido en los disparos, según dijo el alcalde, Mike Rawlings.
Imágenes de video de la escena de la balacera del jueves en Dallas mostraban a los manifestantes marchando por una calle en el centro de la ciudad, a media milla del ayuntamiento, cuando se oyeron los disparos y la multitud se dispersó buscando protección.
Parece que los agresores "planeaban herir y matar a tantos agentes como pudieran", dijo Brown.
La búsqueda de los tiradores se extendió por el centro, una zona de hoteles, restaurantes, empresas y algunos apartamentos residenciales. La zona afectada estaba a unas cuadras de distancia de la plaza Dealey, donde el presidente John F. Kennedy fue asesinado en 1963. Algunos de los policías heridos fueron trasladados al hospital de Parkland.
La escena era caótica, con helicópteros sobrevolando la zona y agentes con rifles automáticos en las esquinas.
"Todo el mundo empezó a correr", dijo Devante Odom, de 21 años, al Dallas Morning News. "Perdimos el contacto con dos de nuestros amigos simplemente cuando intentábamos salir de allí".
Una mujer fue detenida en el mismo estacionamiento donde se producía el asedio policial, dijo Brown. Otras dos personas fueron detenidas durante una parada de tráfico.
La policía no tiene aún un motivo para el ataque ni información sobre los sospechosos, indicó Brown. Los agresores habían "triangulado" la zona del centro donde marchaban los manifestantes y tenían "un cierto conocimiento sobre la ruta", explicó el jefe. Las autoridades no han determinado si algún manifestante estaba implicado o fue cómplice del ataque, añadió.
Las autoridades no están seguras de haber localizado a todos los sospechosos, señaló Brown.
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