Público lamenta la muerte del oso polar "Knut" en zoológico de Berlín

Fanáticos del oso polar Knut depositaron flores el domingo afuera de su hábitat en el zoológico de Berlín como muestra de luto por la repentina muerte del animal que se dio a conocer como un cachorro adorable y peludo que era alimentado a mano por su cuidador.
El popular animal murió ayer a los 4 años frente a cientos de visitantes, algo que tomó por sorpresa a cuidadores y al público. La esperanza de vida de un oso polar en libertad es de entre 15 y 20 años, pero los animales en cautiverio llegan a vivir más al no enfrentar hambre, sed o infecciones.
"No puedo entender qué pasó aquí, él estaba feliz y no habían señales de nada. Estamos conmocionados", dijo Eveline Litowski, quien estaba el domingo entre un grupo de asistentes que fueron al zoológico a poner rosas blancas, prender velas, ubicar fotos de Knut con mensajes sobre el oso y compartir conjeturas sobre la causa de su muerte.
El oso fue rechazado por su madre al nacer el 5 de diciembre del 2006, al igual que su hermano mellizo, quien sólo sobrevivió un par de días. Su vida en la fama comenzó cuando empezó a llamar la atención de su cuidador el día que este acampó en el zoológico para darle al cachorro su botella de alimento cada dos horas.
Pronto surgieron asociaciones de fanáticos en Japón, Estados Unidos y Alemania, entre otras partes del mundo. La "Knutmanía" creció tanto que el osezno salió en la portada de la revista Vanity Fair junto con el actor Leonardo DiCaprio.
Aun cuando subió cientos de kilos de peso y cambió su blanco pelambre por uno amarillento, muchos seguían apreciándolo. La noticia de su muerte se difundió rápidamente por internet.
"Recibimos condolencias de todas partes del mundo: Australia, Nueva Zelanda, Honolulu", dijo el cuidador Heiner Kloes a la agencia de noticias DAPD.
El cuerpo de Knut fue sacado el domingo por la mañana de la piscina en la que murió. Los expertos efectuarán una autopsia el lunes para identificar la causa de la muerte. Algunos fanáticos tienen sus propias teorías, desde envenenamiento, voluntario o involuntario, hasta estrés.