Rafael Correa da señal de pragmatismo y firma acuerdo de libre comercio con la UE
El mandatario ecuatoriano se marginó de las negociaciones con Colombia y Perú, en 2009.
Tras meses de negociaciones, Ecuador pactó ayer integrarse al acuerdo de libre comercio que la Unión Europea (UE) logró con Colombia y Perú en 2012, mediante el cual los productos agrícolas ecuatorianos, salvo el plátano, entrarán al bloque con arancel cero. "Es un acuerdo ambicioso para la UE y para Ecuador", dijo el ministro ecuatoriano de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira, quien hizo el "anuncio formal" de la conclusión de las negociaciones en una conferencia en Bruselas.
El camino para llegar al acuerdo no fue fácil. Esto, porque en 2009 el gobierno del Presidente Rafael Correa había desistido de las negociaciones en conjunto con Lima y Bogotá, por considerar que los lineamientos de éstas no iban suficientemente dirigidas a conseguir un "acuerdo para el desarrollo" del país.
"Han sido cuatro años de enorme trabajo y tremendo sacrificio", dijo Rivadeneira, quien aseguró que su país ha logrado "las herramientas y mecanismos necesarios para salvaguardar los intereses de los sectores productivos más sensibles".
Para muchos, la firma con la UE es la muestra del pragmatismo del mandatario en temas comerciales y económicos. Cuando se retomaron las negociaciones en enero pasado, el diario El Comercio de Quito señaló que las "voces antiacuerdos comerciales de su gobierno se han difuminado".
"Ingresamos a una etapa de pragmatismo, en la que el presidente está decidido a dejar un país en mejores condiciones", dijo en esa oportunidad el vicecanciller Marco Albuja.
"Existe un cambio en el discurso, porque ahora da prioridad a los objetivos económicos por encima de los aspectos ideológicos. Aunque siempre tuvo esa posición. Sin embargo, para su discurso adoptó posiciones de la izquierda, además de las que se había nutrido del ecologismo y del movimiento indígena", dijo a La Tercera el politólogo ecuatoriano Wladimir Sierra. Una posición que lo diferencia de sus pares de izquierda en la región, como Nicolás Maduro, de Venezuela, o Evo Morales, de Bolivia.
Según la cadena BBC Mundo, este pragmatismo también se ha notado en el acercamiento que ha tenido con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que respaldó el préstamo por US$ 400 millones que obtuvo el país de parte de Goldman Sachs, poniendo parte de sus reservas de oro como colateral. Además de la emisión, a mediados de junio, de bonos a 10 años con un interés del 7,95%, por US$ 2.000 millones. Incluso, Correa permitió, por primera vez en seis años, un rendimiento de cuentas al FMI.
Para el coordinador del Observatorio Económico de América Latina, Oscar Ugarteche, que fue consultado por BBC, hay un discreto y silencioso viraje político. "El gobierno está adoptando medidas de carácter ortodoxo que rechazó durante mucho tiempo. ¿Hay algo más ortodoxo que planear la eliminación de subsidios y la reestructuración de subvenciones? Es lo que siempre pide el FMI", señaló Ugarteche.
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