Rafael Guilisasti: "Tenemos un plazo relativamente corto para agilizar la inversión"
El dirigente empresarial señala que para crecer a tasas altas se requiere un "fast track de inversión" en el próximo gobierno.
Como un proceso normal en democracias con el grado de estabilidad de Chile interpreta el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Rafael Guilisasti, el cambio de gobierno que tendrá el país a partir de marzo. El máximo dirigente empresarial es también accionista de Concha y Toro e historiador. Y en esta última condición, tiene su interpretación sobre lo que ocurrió el 17 de diciembre: "Es un ciclo que termina sin rupturas. Cuando una coalición política cambia en el gobierno después de 20 años, produce conmoción en uno y otro lado, pero yo creo que hay muchos elementos de continuidad", explica.
Desde el punto de vista económico, ¿en qué cree que se diferenciará el gobierno de Piñera de los de la Concertación?
Son agendas de gobierno. Creo que el énfasis principal hoy día debe ser que hay una demanda por crecimiento económico, y eso se traduce en tres cosas: puede haber una gestión más eficiente del Estado; segundo, que se necesita una segunda fase de reformas en temas como formación de capital humano, innovación en las empresas y ganancias de productividad, y tercero, que hay que enfrentar maduramente una discusión sobre la calidad de la educación.
¿Por qué cree que habrá una gestión más eficiente del Estado?
Más que creer, es la promesa que hizo el Presidente Piñera y no tengo por qué dudar de que ese va a ser un motivo importante en su gestión.
¿La agenda gremial del empresariado tiene más coincidencias con el nuevo gobierno?
Parte del desarrollo político del país es que los gobiernos responden a coaliciones políticas, por lo tanto, tienen agendas bastante más amplias y complejas que nuestras demandas como gremio empresarial. Nosotros no tenemos un gobierno ni más cerca ni más lejos, podemos tener ciertas afinidades con candidatos. Pero tenemos una agenda que la trabajamos con quien sea que esté en el gobierno.
¿Pero pueden sentirse más alentados a invertir los empresarios en este período que se inicia?
Categóricamente, con el nivel de madurez, de estabilidad institucional y de cohesión social que tenemos, no creo que las inversiones dependan del color político del gobierno.
RIESGO DE PARALIZAR REFORMAS
¿Hay algo que le preocupe en un gobierno de Piñera?
No es una crítica, pero me preocupa que -pasado un tiempo y no por una acción del gobierno- pueda vivirse un clima de confrontación y en el cual algunos proyectos de reforma entren en una fase de parálisis. Y va a ser responsabilidad de los actores principales: el futuro gobierno y la futura oposición. Porque aquí hubo con la Concertación generosidad en la oposición, y se ve en que todos los últimos proyectos tuvieron una mayoría parlamentaria significativa, como los Ocde. Hubo un clima de colaboración que se tradujo en el stock de desarrollo que hoy tenemos. El flujo nuevo de desarrollo va a depender de que ese clima se repita. Ese es un riesgo político.
¿Hay otros riesgos?
En el plano económico, yo creo que el riesgo principal es que tenemos un plazo relativamente corto para agilizar la inversión. Los proyectos como HidroAysén tienen que pasar sus fases medioambientales, pero también tenemos que implementar inversiones estratégicas en el área de energía. El riesgo económico es que esa ejecución no se implemente. Para tener crecimiento que se traduzca en empleo, tenemos que tener un fast track en inversión. Un tercer riesgo es que no exista la sensación de que la educación va a cambiar. Y lo último, para crear el millón de empleos hay que tomarse en serio los ajustes que hay que hacer al mercado laboral.
¿Es este el momento de avanzar en flexibilidad laboral?
Es que la palabra flexibilidad laboral tiene distintas dimensiones. El informe de la Ocde dice que hay un problema de acceso de jóvenes y mujeres al mercado del trabajo, eso es una primera prioridad. Segundo, podemos profundizar mucho más la capacitación. Y lo tercero, el gobierno tendrá que instalar una mesa de diálogo social para lo que siempre se ha dicho: fortalecimiento del seguro de cesantía, el tema de las indeminzaciones por años de servicio para contratos nuevos, que la negociación al interior de la empresa pueda abarcar una temática mayor y la demanda que tienen los sectores trabajadores de más sindicalización.
¿Este tipo de transformaciones no están ligadas al riesgo de confrontación que usted sugiere?
No nos olvidemos del principio básico: hay un cambio de coalición, se conoce el programa y a lo mejor esas demandas traducidas en mejoras económicas, en mayores ingresos y más trabajo, van a contar con el apoyo de la población. El mundo político no puede quedarse encapsulado sin leer esta realidad.
Sin mayoría en el Congreso ¿usted cree que Piñera podrá realizar estos cambios?
Ese es el desafío que tiene él y es el desafío de la coalición política.
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