Rafael Nadal: "Tengo dudas y temores como toda persona que no es arrogante"

El espectáculo termina, las luces comienzan a apagarse y Rafael Nadal ingresa al VIP ubicado en el sector poniente del Movistar Arena. Ahí, un grupo de personas, principalmente familiares, amigos de los jugadores y altos ejecutivos de las empresas patrocinadoras del evento que incluyó a Novak Djokovic, David Nalbandian y Nicolás Massú, se abalanzan sobre el número 1 del mundo, para obtener un autógrafo o una imagen. Comprendiendo lo que su figura despierta, "Rafa" complace los pedidos con una sonrisa y pide un poco de calma a los guardias que lo custodian.

Más tranquilo, ingresa al camarín donde se sienta y se relaja. Conversa un rato con su agente, el ex tenista Carlos Costa, y le comenta sobre los buenos golpes de "Nole", quien minutos antes lo había derrotado por 7-6 (3) y 6-4. Luego se acercan Nalbandian, Massú y el tenista serbio Viktor Troicki. El objetivo: coordinar alguna actividad conjunta durante su estadía en Argentina este fin de semana.

El grupo se despide y promete reencontrarse en Buenos Aires, mientras el manacorí accede amablemente a compartir unos minutos con La Tercera. Mucho más suelto y alegre de lo normal, sorprende con sus respuestas y acepta el desafío de mostrar su lado más humano en este encuentro.

El balear se ve contento, porque más allá de perder, está feliz por haber dejado atrás los fantasmas de una dura recuperación, después de padecer el síndrome de Hoffa, una compleja inflamación en la rodilla izquierda que lo marginó de las canchas durante siete meses, y que sólo le permitió regresar a las pistas en febrero, en Viña del Mar.

A pesar de caer ahí en la final, ante el argentino Horacio Zeballos, luego ganaría 10 títulos y terminaría el año en lo más alto.

¿En qué momento sintió que esta temporada iba a ser la de su regreso a la cima?

Evidentemente, cuando gano en Sao Paulo, en Acapulco y en Indian Wells. Para mí, ganar esos tres títulos ya era algo soñado, aunque sinceramente, a partir de ahí, no me daba cuenta de que iba a ser una gran temporada, porque voy día a día. Pero bueno, ya había conseguido muchísimo más de lo que hubiera imaginado.

¿Ha sentido temor durante este largo y complejo proceso?

¡Claro que tengo dudas! ¡Claro que tengo temores! Todo el mundo los tiene, creo yo... Bueno, toda persona que no es arrogante, que sabe que las cosas cuestan y que son difíciles de conseguir... Cuando uno se lesiona siete meses, lo lógico es volver con un poquito de dudas y que las cosas cuesten, pero por suerte, enseguida las cosas salieron bien y pude disfrutar de un año muy bonito en mi carrera.

Y ahora, después de una exigente temporada, ¿cómo se siente? ¿Está al 100 por ciento?

Estoy como estoy, no sé si estoy al 100 por ciento o no. Estoy lo suficientemente bien como para poder decir que he hecho uno de los mejores años de mi carrera. No me gusta hablar de si estoy al 100 o al 90. No te sé analizar eso... Uno no está cada día al mismo tanto por ciento. Eso sí, lo importante es que ese tanto por ciento que yo pueda dar cada día, sea siempre porque di mi máximo.

Este año fue uno de los mejores de su carrera en cuanto a números. Ganó 75 partidos y perdió apenas siete. ¿Cree que pueda repetir una temporada tan exitosa?

No sé si la podré repetir o no. Lo único que sé es que voy a trabajar para intentar que las cosas salgan lo suficientemente bien como para seguir dándome opciones de conseguir cosas importantes. Pero bueno... En esto nunca se sabe. De momento, las cosas han salido bien. Luego, veremos qué ocurre más adelante.

¿Qué le pareció esta segunda visita a Chile?

Fue muy bonito volver después de lo que fue mi primera visita a Viña del Mar, Y, aparte, hacerlo por un ídolo tan importante para Chile como "Nico".

¿Volverá a Viña del Mar?

Es complicado que suceda.