Reforma a isapres: modelos opuestos encienden debate por futuro del sistema
Comisión que analiza los cambios votó a favor la propuesta de avanzar, a largo plazo, a un fondo común administrado por Fonasa.
Marcelo Dutilh Labbé, gerente general isapre Consalud: "Alemania partió regulando a los prestadores"
"Tenemos que perfeccionar lo que ha existido por 30 años y que agrupa a unos tres millones de chilenos", dice Marcelo Duthil, gerente general de isapre Consalud, y uno de los 18 comisionados que desde hace dos meses trabajan una propuesta de reforma al sistema privado de salud.
Esto en respuesta a la dirección que, afirma, ha tomado la discusión del tema al interior de la instancia y que apunta a tener un seguro público de salud financiado con el 7% de cotizaciones, con prestaciones adicionales cubiertas vía seguros complementarios.
¿Qué problemas enfrentaría un afiliado de isapres con el cambio propuesto?
A través de la cotización del 7%, las personas eligen el sistema de salud al que se adhieren. Al fundir los 7% se está imponiendo un impuesto adicional a toda la clase media, que está ejerciendo su derecho y lo perderían, porque el Estado sería el único seguro y el principal prestador de resolución de los problemas serían los centros de salud públicos, como ocurre actualmente con Fonasa.
Las isapres recaudan, en promedio, el 10% de cotización, ¿Se puede suplir lo que no cubriría Fonasa, con el 7%, a través de seguros complementarios?
Los seguros complementarios existen en todas partes del mundo y siempre van a existir, porque siempre, adicionalmente al plan de salud, que da buena cobertura, hay personas que quieren y buscan mayores coberturas para aspectos que se valoran individualmente. Si el plan único público da una baja cobertura, la gente va a estar obligada a buscar un seguro complementario y gastar más.
Pero la base del planteamiento es que la cotización es de la seguridad social.
Es de las personas que eligen el sistema de salud, es un derecho constitucional.
En la comisión también se plantean ejemplos internacionales que funcionan con lógicas parecidas a la propuesta de seguro público.
Pero hay una diferencia muy grande. Chile tiene un grave déficit de personal de salud, tenemos una gran diferencia en la atención de una clínica privada y los hospitales públicos. En otros países desarrollados tienen un per cápita el doble al chileno y la cotización también es mayor y no tienen estos problemas.
Pero también regulan precios a prestadores y de medicamentos incluso.
En eso podemos avanzar, en soluciones integrales de salud, que ayuda en la comparación de los precios con que cada prestador resuelve un mismo problema de salud a una persona que tenga el mismo riesgo. Además, promueve la eficiencia en los prestadores. En Alemania el sistema de salud partió regulando a los prestadores de salud.
¿Qué opina por la polémica sobre el mandato presidencial que tiene esta comisión?
El mandato de la Presidenta es respecto a que propongamos un nuevo régimen para mejorar el sistema privado de salud, no para destruir este sistema.
David Debrott Sánchez, director Instituto de Análisis de Políticas Públicas y Gestión: "El 7% no es un impuesto, tampoco propiedad privada"
Para el director ejecutivo del Instituto de Análisis de Políticas Públicas y Gestión, David Debrott, quien también es uno de los comisionados que analiza la reforma a las isapres, plantear cambios profundos al sistema de salud era un paso lógico en la discusión.
Cuál es el problema de tener un sistema dual. Por qué no se puede mejorar.
Las isapres se focalizan en un segmento de la población que tiene rentas altas, y ponen barreras de ingreso y por lo tanto su financiamiento per cápita de las isapres es más alto. Todo esto genera efectos en los prestadores privados que, a su vez, van teniendo mayor disponibilidad de recursos para mejorar su atención y en la práctica tenemos dos sistemas que van alejándose en el tiempo.
¿Se podría optar al mismo estándar de salud aportando sólo el 7%?
Si se eliminan las isapres y Fonasa es el seguro público, no significa que las personas que se atienden en clínicas van a llegar a los hospitales, eso es mitología y nunca se ha planteado de esa manera. Lo que va a pasar con ellas es que el 7% va a ir al seguro público que cubre un estándar, y lo que hoy se paga extra a las isapres, porque se cotizan sobre lo legal (10%), lo van a seguir pagando extra, pero ahora a un seguro complementario.
Entonces mi 7% se usaría para financiar un sistema.
El 7% que aportan las personas lo entregan obligatoriamente, no es un impuesto, pero tampoco es de propiedad privada. Esa cotización ingresa a un fondo de la seguridad social y se gasta para las prestaciones que el Estado define. En el caso chileno, es para atenciones de salud y licencias médicas.
¿Cómo podemos comparar seguros públicos internacionales con el chileno, si el gasto en salud es desigual?
El nivel de gasto en salud es bastante similar a países en desarrollo, alrededor del 8% del PIB. El problema a resolver es que el gasto público es muy bajo, porque no recibe cotizaciones de rentas altas. El gasto de bolsillo es muy alto, porque el aporte fiscal es muy bajo y este gasto fiscal tiene que aumentar. Hay países que no tienen nada que ver con Cuba, Corea del Norte o China, donde estos sistemas funcionan.
¿Puede mejorar el gasto regulando a los precios de los prestadores?
En un sistema como Fonasa, como pagador único, por el tamaño de las compras que hacen, ellos pueden definir a qué precio comprar, eso no es fijar los precios.
¿Con esta discusión se cumple el mandato presidencial de reforma al sistema?
Hay personas que han planeado que esto se reduce exclusivamente a un problema de las tablas de factores y de cómo se reajustan los precios de los planes y no es así. El problema de las isapres es general, es sobre cómo funciona el aseguramiento de la salud en Chile, cómo funcionan los proveedores, y las brechas que existen.
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