Reforma educacional: las visiones que marcaron el debate en el Senado

FULVIO ROSSI, SENADOR DEL PARTIDO SOCIALISTA:
"Me quedó una espina, que colegios hagan entrevistas"

Dejando atrás las más de 60 horas de debate parlamentario en las comisiones unidas de Educación y Hacienda, para despachar el proyecto que termina con el lucro, copago y selección en la educación, el presidente de esta instancia, senador Fulvio Rossi (PS), asegura que el texto enviado a la Sala es resultado de "una discusión seria y de alto nivel".

¿Considera que es una reforma de consenso?

Se hizo un trabajo muy serio con todos los parlamentarios, incluyendo a los de oposición que dieron sus puntos de vista con mucha convicción. Sin embargo, la oposición podría haber contribuido más, siento que tenían la idea preconcebida de prácticamente rechazar casi todos los artículos.

¿Dónde hubo consenso?

Cuando hubo disposición se trabajó bien, por ejemplo en el tema de regular la expulsión de un alumno, que resolvimos en conjunto. Pero hay otros puntos que no hubo apoyo, como evitar el riesgo de que los niños no quedaran en la escuela que sus padres establecieran como primera preferencia, que fue idea del Centro de Estudios Públicos (CEP). El CEP es más bien una institución vinculada a la centro derecha, e incluso Harald Beyer llamó a los parlamentarios de derecha a acoger esta propuesta y no lo hicieron, la incorporamos nosotros.

También había diferencias internas, como la indicación que permite a los sostenedores retirar excedentes en el periodo de transición.

Eso se refiere al período hasta el 31 de diciembre de 2017, porque efectivamente habrá sociedades con fines de lucro. Fue un acuerdo con la DC al que accedimos, además, el Ministerio de Educación planteó que podría haber una inconstitucionalidad, porque mientras la estructura jurídica no sea una corporación sin fines de lucro, no se puede impedir retirar excedentes. La fórmula no es tan mala en la medida que solo puedan retirar los recursos privados que reciban, pero ni un solo peso público.

¿Las diferencias siempre fueron con la DC?

Fue una discusión intensa y apasionada. En cinco o seis oportunidades tuvimos que suspender la sesión para juntarnos con el ministro (Nicolás Eyzaguirre) porque efectivamente teníamos diferencias, pero creo que fuimos zanjándolas y quedé satisfecho.

¿Hay alguna indicación que quisiera mejorar en la Sala?

Hay una sola espina que me quedó y que tiene que ver con la posibilidad de que los colegios hagan entrevistas. Tenemos que revisar eso porque esta opción es contraria a la no selección.

Una diferencia con el presidente de la DC.

Ahí tenemos una diferencia clara, pero también hubo concesiones. Ignacio Walker retiró, a petición mía, la indicación que permitía dar prioridad en los colegios a los hijos de ex alumnos. Valoro que la retirará, porque reproducía la lógica de la elite.

¿Qué le pareció el cronograma de la reforma del Gobierno?

Esta es una reforma de extraordinaria complejidad, por lo que se requiere de ciertos tiempos para ir generando las adaptaciones que son necesarias.

La oposición dice que esta ley provocará el cierre del Instituto Nacional ¿Se va a cerrar?

Aquí se consagra absolutamente la libertad del proyecto educativo, no se toca la libertad de enseñanza, ojalá incluso que haya proyectos educativos muy diversos, porque la sociedad ha cambiado y hay que ser capaces de abordar los distintos intereses e inquietudes de alumnos y padres.

¿Qué le dice a los padres y apoderados que marcharon en contra?

No se van a cerrar colegios, no hay estatización, los liceos emblemáticos van a ser emblemáticos ya no por la selección, sino por la calidad del proyecto educativo. Nosotros queremos que haya muchos institutos nacionales.

¿Qué puntos podrían enviar el texto a Comisión Mixta 31 de enero?

Creo que si logramos resolver el tema de la entrevista a los padres en la Sala, no habría problemas, y luego de eso hago un llamado a los diputados a aprobarlo tal como salió, porque hay muchas cosas que se mejoraron.

ANDRÉS ALLAMAND, SENADOR DE RENOVACIÓN NACIONAL: 
"Los plazos de la reforma son un verdadero trabalenguas"

Preparando sus argumentos para la discusión de la reforma educacional en la Sala del Senado, que se realizará esta semana, el senador Andrés Allamand (RN), uno de los más críticos respecto al texto impulsado por el Gobierno, recalcó que "vamos a defender nuestros principios hasta el final".

¿Cuál es su balance de este proyecto?

Una reforma educacional cuyo resultado más visible es terminar con el mejor colegio de Chile, como es el Instituto Nacional, es una muy mala reforma. Va a asfixiar a la educación particular subvencionada, no aportar nada a la calidad, y le va a impedir a los padres efectuar contribuciones para una mejor educación de sus hijos.

¿Hay algo que pueda rescatar?

Es que el proyecto está lleno de imperfecciones y vacíos y fue imposible arreglarlos porque el Gobierno funcionó como aplanadora legislativa. Todo lo que acordó fuera de sus reuniones en el Congreso se mantuvo tal cual, aunque en muchos casos era evidente que las disposiciones estaban mal.

Pero hubo temas que la oposición sí aprobó...

La única materia donde el Gobierno se abrió fue precisamente sobre la expulsión de los alumnos, que quedó relativamente bien regulada. También logramos flexibilizaciones significativas en materia de arrendamientos, pero aún muy lejos de los necesario para darle viabilidad a este proyecto. En cuanto al fondo de US$ 500 millones durante cuatro años, si bien es una suma significativa y se incorporó a última hora, y sea dudoso desde el punto de vista de la correcta legislación, apoyamos la entrega de recursos porque hay que levantar la educación pública.

En el oficialismo señalan que la oposición tenía una idea preconcebida de rechazar el proyecto.

Esa es una caricatura. En cada uno de los temas nosotros presentamos indicaciones con propuestas alternativas, lo que ocurrió es que el Gobierno no estuvo dispuesto ni siquiera a considerarlas. Presenté una indicación para mantener la facultad para que las cooperativas de profesores puedan abrir y mantener colegios, esa indicación ni siquiera fue considerada seriamente y se desechó.

¿Cuál fue el mayor escollo para negociar?

La pugna en la Nueva Mayoría que solo se logró disciplinar con un juego recíproco de concesiones. Por eso la indignación del senador (Carlos) Montes que acusó deslealtad de la DC al final de la sesión (del sábado), porque al parecer dentro del conjunto de transacciones, la DC no cumplió con los acuerdos adoptados. Esa es una forma de legislar incorrecta: la legislación tiene que apuntar al interés general del país y no ser un campo de batalla para transacciones que la opinión pública no conoce.

¿Cree que se podrá cumplir el cronograma del Gobierno?

Se va a necesitar un manual especial para entender cuándo los diferentes aspectos de la reforma empiezan a regir. Los plazos de la reforma son un verdadero trabalenguas.

¿Hay posibilidad de que el proyecto vaya a Comisión Mixta?

El problema es otro, es que hay un acuerdo político en la Nueva Mayoría, que en la práctica establece un veto de la Cámara de Diputados de aquello que apruebe o no el Senado, entonces habrá que preguntarle a los parlamentarios de la llamada bancada estudiantil si le van a dar el visto bueno o no el proyecto aprobado por el Senado.

¿La indicación que permite realizar una entrevista a padres y apoderados podría complicar la discusión?

Vamos al fondo del asunto, en ningún país del mundo se prohíbe a los directores de colegios entrevistarse con los padres de familia para dar a conocer el proyecto del establecimiento. En Chile se pretende prohibir algo absolutamente habitual en cualquier sistema educacional.

¿Qué mensaje le da a los padres?

Que vamos a seguir defendiendo a brazo partido la libertad de enseñanza, que puedan existir y mantenerse los colegios particulares subvencionados y el derecho de los padres a aportar a una mejor educación de sus hijos.