Regresa la Fórmula Uno: Persiguiendo flechas plateadas
En el inicio de la temporada 2015, Mercedes, con Lewis Hamilton y Nico Rosberg, asoman como favoritos. Sin grandes cambios reglamentarios, Ferrari quiere ganar carreras con Sebastian Vettel. McLaren espera por Fernando Alonso.
En el circuito de Albert Park, en Melbourne, Australia, al otro lado del mundo, Charlie Whiting está listo para apretar el botón que apaga las cinco luces rojas y, con ello, dar por iniciada la primera carrera de la temporada 2015 de la Fórmula Uno, la atención no ha estado -precisamente- en la pista. Pocos apuestan a que haya algún contendor serio para los pilotos de Mercedes. Los cambios reglamentarios tampoco resultan muy llamativos. Porque todo, el último par de semanas, se ha centrado a la vera de la pista.
Desde el 22 de febrero, el foco casi exclusivo está puesto en el accidente que sufrió Fernando Alonso, flamante contratación de McLaren, en los últimos entrenamientos de pretemporada en Barcelona. La especulación respecto del futuro del volante español, quien se perderá -al menos- el estreno, es lo que llama la atención. Por ahora, al menos.
Tras el golpe contra el muro en Montmeló, los médicos le recomendaron restarse de la primera fecha, pese a que, se supone, está sano. Sin embargo, se ha dicho que despertó hablando italiano, como si siguiera en Ferrari, y que creía que tenía 13 años, que aún corría en karting, y asegurando que soñaba con llegar a la F1. O sea, dos décadas enteras borradas de su disco duro. Esto ha hecho que las especulaciones se estiren hasta hablar de retiro, de tumor cerebral y otras conjeturas.
Mientras, lo suplirá el danés Kevin Magnussen, relegado a ser tester con el arribo del hispano, tras ser titular en 2014.
En la pista ya está Whiting a punto de dar la largada, y el resto de los colegas del español con el pie derecho en el acelerador, alistándose para arrancar en busca del primer triunfo y de la gloria.
En esos 20 autos que largarán en Melbourne hay varias novedades. La primera y esencial es ver a Sebastian Vettel al mando de un Ferrari. El alemán dejó Red Bull, y ocupa la butaca dejada por Alonso.
El tetracampeón salió de su zona segura, abandonó la escudería austríaca en la que siempre corrió y se subió al SF15-T. Como siempre, ya le puso apodo a su monoplaza: Eva. La Ferrari parece estar mejor parida que los coches de las últimas temporadas, con lo que aspira a ganar un par de carreras, al menos.
Vettel lucirá en Eva el número 5, en homenaje a Michael Schumacher y el pentacampeonato conseguido con los escarlatas de Maranello.
Lo que sí, los cavallini rampanti aún están lejos de disputarle la corona a las flechas plateadas germanas.
El mercado de pilotos, a partir de la triangulación entre Red Bull, Ferrari y McLaren, se movió. Y harto.
La butaca de Vettel la ocupará el ruso Daniil Kvyat, debutante en 2014 con Toro Rosso, cuadro satélite del team de la bebida energética, que esta campaña alineará a los debutantes Max Verstappen, holandés que -con 17 años- se convertirá en el piloto más joven de la historia en la F1, y el español Carlos Sainz, de 20 años e hijo del bicampeón mundial de rally y ganador del Dakar homónimo.
Los que tienen un enredo bárbaro son los de Sauber. Con Marcus Ericsson y Felipe Nasr confirmados por Monisha Kaltenborn, jefa del team suizo, el holandés Giedo van der Garde ganó, en la justicia australiana, el derecho a que se respete el auto que, por contrato firmado en 2014, debería tener para esta temporada. Lo que sí, no se sabe si la escudería bajará a alguien, o si el ex Marussia pueda largar en caso de que lo suban, porque no tiene la superlicencia que lo habilita para competir en la F1.
Dos para el baile
El inglés Lewis Hamilton defiende el título y todo indica que su compañero, Nico Rosberg, es su principal amenaza.
Eso se desprende de los tests de pretemporada, en Jerez de la Frontera y Montmeló, donde Mercedes fue la que más rodó, dominando los tiempos.
Williams se mantiene como la segunda fuerza, también motorizado por los alemanes.
Lo que sí, este año se espera que Red Bull y Ferrari puedan ganar carreras consistentemente. Y habrá que ver si evoluciona McLaren, con su nuevo proveedor de motores, Honda. Esa dupla, en el pasado, supo de glorias, y muchas.
Los polémicos 1.6 turbo
Este año, las unidades de potencia seguirán siendo las cuestionadas plantas de 1,6 litro turbocargadas, cuyo sonido ha sido el foco de las críticas. Cada piloto dispondrá de cuatro en vez de cinco motores para toda la temporada.
En el caso de que un volante cambie totalmente un propulsor, no acarreará penalización automática, sino que será acumulativa, en función de los componentes reemplazados.
Otra novedad es el aumento del peso mínimo de los monoplazas, que pasa de 701 a 702 kilos sin bencina.
Asimismo, quedan prohibidos los sistemas de interconexión entre las suspensiones delantera y trasera. Hasta el año pasado, se usaban unas que mantenían un despeje constante en curvas y frenadas, mejorando la estabilidad.
Esta temporada se aumenta el número de carreras de 19 a 20, con el retorno de México. Y la última fecha, en Abu Dhabi, ya no entregará doble puntaje, como en 2014.
Como consecuencia del grave accidente sufrido por el francés Jules Bianchi en Japón, se ha aumentado la altura de los paneles que rodean la célula de supervivencia del habitáculo, que debe estar a la altura de la cabeza del piloto.
Además, ese mismo hecho causó dos cambios más: el adelanto del horario de las carreras en Australia, Malasia, China, Japón y Rusia, para asegurar luz día. Y se implementa definitivamente del Virtual Safety Car, que obligará a reducir la velocidad a través de una señal en la pantalla del volante de cada monoplaza.
Y, cuando intervenga el Safety Car, una vez que el último auto con vuelta perdida pase al líder, el SC regresará a boxes al final de la siguiente vuelta, y el director de carrera no esperará a que todos los doblados lleguen al final del pelotón.
Si tras la señal de 15 segundos para la vuelta de posicionamiento permanecen en la grilla de largada mecánicos o su equipamiento, el piloto afectado tendrá que salir desde la calle de pits, y deberá purgar un stop & go.
También se ha aclarado el sistema de clasificación de los sábados. De 24 coches, siete quedarán eliminados en las Q1 y Q2. Si los inscritos son 22, serán seis los excluidos en cada una de esas tandas.
En 2015, si un piloto es castigado con la pérdida de posiciones en una grilla, y termina la qualy en una posición que impida aplicar todo el castigo, el resto de la sanción no se aplicará en la largada de la siguiente prueba, sino que se recargará en el tiempo de la carrera de ese mismo GP.
El diseño de los cascos es otro tema. Tendrá que ser el mismo durante toda el año, para facilitar la identificación de los pilitos. Esta norma afecta, por ejemplo, a Vettel, quien -en su carrera- ha cambiado 60 veces los colores de su yelmo.
Pese a ser numerosos, los cambios reglamentarios son poco relevantes. Todo indica que Mercedes es el favorito y la duda mayor es cuántas carreras ganarán los otros equipos. Y mientras lo de Alonso es una incógnita, nada impedirá que Whiting dé la largada con la que arranque la F1 2015.
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