Resurge interés por Nixon, a 40 años de su renuncia

Un torrente de libros, programas de TV y conferencias vio la luz con motivo del aniversario.




Debe ser uno de los hitos de la política moderna estadounidense que más apasiona y más atrae a los norteamericanos, a pesar de que la mayoría de ellos no había nacido o eran demasiado pequeños para recordar cuando el Presidente Richard Nixon presentó su renuncia, el 9 de agosto de 1974. Ahora, existe un llamativo interés por la abrupta salida de la Casa Blanca de Nixon -ante la inminencia de su destitución debido al escándalo Watergate- considerando el torrente de libros, documentales, programas de televisión y conferencias con motivo del 40° aniversario de ese hecho.

"No es que el pueblo estadounidense quiera el regreso de Nixon (1969-1974) después de 40 años. Nadie en su sano juicio querría a Nixon en la Casa Blanca. Pero (su renuncia) fue un momento trascendental y Nixon era una figura gigantesca", dijo Douglas Brinkley, profesor de la Universidad Rice, citado por el diario The New York Times.

Así, en las últimas semanas llegaron a las librerías varios textos que vuelven a poner el ojo crítico en la figura del 37° Presidente de Estados Unidos. The Nixon Tapes, precisamente de los historiadores Douglas Brinkley y Luke A. Nichter, aborda las conversaciones registradas en la Casa Blanca en esos años, sin incluir las referidas al caso Watergate. Están centradas en la apertura de China, las relaciones con la Unión Soviética, la guerra de Vietnam y los esfuerzos mediadores en Medio Oriente. Ahí se muestran en toda su crudeza la vanidad, diálogos chismosos y las conspiraciones contra enemigos reales o imaginarios. Incluso, muestran a un Nixon profundamente involucrado en determinar las estrategias de guerra y de diplomacia.

El ex consejero de Nixon en la Casa Blanca, John W. Dean, también recurre a las grabaciones, pero esta vez para desdemonizar al ex presidente fallecido en 1994. En su libro The Nixon Defense, Dean concluye que el ex gobernante no ordenó el ingreso delictual de la sede del Partido Demócrata en el edificio Watergate, en Washington, que dio origen a la investigación y al escándalo, pero sí estuvo profundamente involucrado en el encubrimiento.

Dean, quien terminó convertido en una carta clave para los fiscales de Watergate, dice que aprendió mucho sobre Nixon escuchando las cintas, como que confiaba demasiado en un círculo estrecho de colaboradores. "Esta es sólo una de las conclusiones de los tipos de errores que un presidente puede cometer, incluyendo la forma cómo se fue aislando y cómo sólo obtuvo información de uno o dos asesores", dijo al Times.

A los libros también se suman documentales como el de HBO, Nixon by Nixon: In His Own Words. El filme de Peter Kunhardt mezcla imágenes con fragmentos de las 3.700 horas de grabaciones de las conversaciones de Nixon en el Salón Oval y de sus llamadas telefónicas. Ahí están sus palabras sin filtro, como cuando dijo que los judíos "no eran de fiar"; que algunos estadounidenses de origen mexicano vivían mucho mejor que otros, o que las mujeres no estaban listas para ocupar un lugar en la Corte Suprema.

Además, en Washington se realizó la semana pasada una conferencia donde participaron algunos de los cronistas que cubrieron el caso Watergate, como Elizabeth Drew y los legendarios Bob Woodward y Carl Bernstein -quienes destaparon el escándalo Watergate- y la Fundación Richard Nixon dio a conocer el martes una serie de entrevistas que el ex presidente dio a su ex asesor Frank Gannon, donde aborda los días finales en la Casa Blanca, antes de su renuncia.

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