El Rey Arturo mete miedo
Vidal se quedó con las ganas de jugar ante Argentina y se desquitó ayer con la Sub 18. Marcó dos goles y no le quitaron la pelota.
Arturo Vidal hubiese dado cualquier cosa por entrar a la cancha del estadio Monumental de Buenos Aires a enfrentar a Argentina. Al volante de la selección chilena le dolió en el alma perderse el partido. Quería jugar, estaba ansioso por hacerlo, le picaban las piernas, pero tuvo que quedarse con las ganas: estaba suspendido por acumulación de tarjetas amarillas. Nada que hacer.
Ese hambre contenida la demostró ayer en Juan Pinto Durán, en un simple partido de entrenamiento ante la sub 18 de Chile.
El Rey desbordó energía, fútbol y coraje. No se cansó de gritar, de envalentonar a sus compañeros, de pedir la pelota y de llevar las riendas del equipo. Lo único que quiere es volver a vestir la camiseta de la Roja, aquella con la que ha ganado dos Copas América. Este martes, ante Venezuela, tendrá su oportunidad.
Si bien el mediocampista del Bayern Múnich se caracteriza por entregarse al máximo en cada práctica, lo de ayer llamó la atención. Vidal comenzó a gritar y a disputar cada balón como si fuera el último desde el primer minuto del encuentro ante la juvenil nacional.
Era curioso. Casi ninguno de sus rivales se atrevió a desafiarlo, a pelearle la pelota. Lo miraban con admiración. Tal vez miedo. Eran niños frente a su ídolo, un todoterreno que estaba jugando muy en serio.
"¡Pasa, Chueco, pasa!", le gritó desesperado a Eugenio Mena en uno de los ataques del equipo de suplentes de Chile. Los titulares hacían trabajo regenerativo. "Es el mejor del mundo en su posición. Su intensidad en los entrenamientos es impresionante", reconocen desde el complejo deportivo.
Cuando uno de los juveniles tenía el balón, Vidal no dudaba ni un segundo en ir tras él con una fiereza que intimidaba. Al verlo venir a toda velocidad, sus pequeñas víctimas sólo atinaban a tocarla lo más rápido posible a otro compañero. Es el efecto que produce el Rey cuando se le abre el apetito.
Herrera; Opazo, Díaz, Roco y Mena; Gutiérrez, Carmona y Vidal; Orellana, Paredes y Valencia fue el equipo que dispuso Pizzi, mientras Erick Pulgar y Martín Rodríguez trotaban a un costado. Toselli, que atajó para la Sub 18, sufrió con el 5-1 propinado por los adultos. El 8 de la Roja se matriculó con dos anotaciones.
"Ya dimos la vuelta la página de Argentina. Ahora estamos pensando en Venezuela", advirtió Vidal a la salida de Pinto Durán, cuando abandonaba el recinto para disfrutar de la tarde libre.
"No nos afecta estar fuera de la zona de clasificación al Mundial. Estamos a tres puntos del segundo. Dependemos de nosotros", agregó, con la fe intacta y más energía que nunca.
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