Rousseff asegura que 2012 fue un "buen año" pese a crisis mundial

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dijo hoy, en su mensaje navideño, que 2012 fue un "año bueno" a pesar de la crisis global, destacó que las reservas subieron a 379.000 millones de dólares y convocó al sector privado a tener "confianza" e invertir en obras de infraestructura.

"Aún frente a un mundo lleno de incertidumbre tuvimos un año bueno y plantamos las bases para que el próximo sea aún mejor", aseveró Rousseff en un discurso transmitido por cadena de radio y televisión.

Según el Banco Central el Producto Interno Bruto crecerá sólo el 1% en 2012 a pesar de las medidas de estímulo a la producción y el consumo adoptadas por el gobierno.

"Mantuvimos la inflación bajo control, mejoramos el cambio, creamos las condiciones para que los intereses caigan y elevamos nuestras reservas a 379.000 millones de dólares, lo que representa una seguridad ante la inestabilidad económica mundial", destacó Rousseff.

A lo largo de su pronunciamiento de 11 minutos la Jefa de Estado subrayó su prioridad en modernizar la infraestructura en 2013 para dotar de más competitividad a la economía.

Formuló un "llamado a todos para que mantengan la confianza en Brasil, a los empresarios para que inviertan en su país (donde se) respetan los contratos" y mencionó que se inició un proceso de modernización con la construcción de "puertos, aeropuertos, carreteras y vías férreas".

En esa misma línea Rousseff dijo que cumplirá su promesa de reducir las tarifas eléctricas para el consumo domiciliario y el de las empresas, con lo cual se abaratarán los costos de producción.

En el plano social destacó los programas de combate a la pobreza, que beneficiaron a 16 millones de personas, la creación de 1,7 millones de empleos, y prometió seguir trabajando en los planes de alfabetización.

"La semana pasada inauguré los dos primeros estadios (para Copa 2014) y a principios de 2013 vamos a entregar otros cuatro estadios, entramos en recta final para realizar la mejor Copa del mundo todos los tiempos", prometió Rousseff, quien se definió como una persona "optimista".