Sandro Solari: de vendedor de zapatos a gerente general del holding Falabella

El hijo de Reinaldo Solari inició su carrera como vendedor en la tienda de Ahumada.




El viernes 28 de septiembre, cuando se hizo público que Sandro Solari Donaggio, 42 años, dejaba la gerencia general de Sodimac para asumir como gerente general corporativo del holding Falabella, el hijo del medio de Reinaldo Solari pidió comunicar la noticia a la gente de Sodimac a través del canal privado que tienen y sólo les dijo una cosa: "Gracias". Para él, que lo nombraran como gerente general de Falabella, tras ocho años en la gerencia general de Sodimac "era un logro de todos y no sólo mío", según contó un gerente cercano a Sandro Solari.

Hijo de Reinaldo Solari, past president de Falabella, el próximo gerente de Falabella, asumirá el 1 de noviembre, ha crecido en una familia de retailers. "Sandro ha tenido a los mejores mentores. Su papá le enseñó la disciplina y el rigor. Juan Cuneo lo formó en el negocio y le mostró todo lo que tenía que saber del retail. Y también Sergio Cardone y Guillermo Agüero. Con esos maestros qué más puedes esperar", dice un conocido del nuevo gerente general.

Solari inició su carrera en la industria, en Falabella, vendiendo zapatos en la tienda de Ahumada. En la firma desempeñó diversas labores. Entre ellas, jefe de departamento, encargado de compras de algunas líneas de productos, jefe de presupuesto de compras y director de estudios. Luego realizó un posgrado en EE.UU. y de vuelta en Chile, en 2001, asumió la dirección ejecutiva de Home Store, la nueva división del grupo que acababa de adquirir tras comprar la operación de Home Depot en Chile.

En 2003 Falabella se fusiona con Sodimac y Solari asume como gerente de operaciones, donde pasa dos años y en 2005 es nombrado gerente general Chile.

"El siempre ha sido un hombre que le gusta aprender, el se declara un alumno permanente", cuenta un gerente del holding.

Quienes han trabajado con él afirman que "la familia Del Río es la que le ha aportado la filosofía que hay que tener en cuenta en el manejo de personas y trabajadores. A su vez, Cuneo le ha transmitido la obsesión de ubicar al cliente al centro".

Es así como Sandro ha gerenciado el negocio del holding que más retornos le aporta en su operación en Chile.

Descrito como un hombre justo, austero, exigente y estudioso, Solari es de los gerentes que nunca está tranquilo en su oficina. "El tiene una rutina de tienda muy disciplinada. Todos los jueves vamos todos los gerentes a recorrer las tiendas y vemos cuáles son los problemas de las tiendas y de los trabajadores. Pero también de los proveedores, por eso la relación con ellos es excelente, porque habla con ellos, está en terreno y sabe lo que necesitan y sus preocupaciones", afirman.

Esta filosofía, que es reconocida en la industria, Solari se ha preocupado de instaurarla en las operaciones que tiene en Argentina, Colombia y Perú. "Viaja bastante seguido a ver las tiendas de los otros países y sigue el mismo patrón que en Chile, no descuida los detalles y las preocupaciones que tiene por los clientes y trabajadores acá es la misma que muestra por alguien en Colombia o Argentina", dicen.

Agregan que "cuando asumió como gerente general no llegó dando un golpe a la mesa, no cambió el auto, ni reformó su oficina. Sigue llevando a sus hijos todos los días al colegio cuando está en Chile y si puede atender a alguien en los pasillos de una tienda lo hace".

A lo largo de los ocho años que Solari ha estado en Sodimac y le ha tocado ir a recibir diversos premios. "Le incomoda ir a recibir premios y ser él el centro de atención, porque según dice el mérito no es para él, sino que para toda la empresa", afirma una persona que trabajó con él.

Para los que están dentro del negocio, afirman que su llegada a la gerencia de Falabella será continuar con el trabajo que tenía en Sodimac. "No me cabe duda que ahora Sandro hará lo mismo que hacía todos los jueves, pero desde otra perspectiva y su foco será siempre el mismo", dijo un gerente.

Los que trabajan con él dicen que el sentimiento en Sodimac es el mismo que cuando se fue Agüero, pero que como en ese minuto, saben que el que llegue será igual de buena porque "hay mucho material donde elegir".

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