Sarkozy felicitó a Estados Unidos por cierre de Megaupload

El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, felicitó a Estados Unidos por la medida tomada ayer de cerrar el sitio de descargas online Megaupload. El mandatario dijo que "la lucha contra los sitios ilegales de descarga directa o de streaming (visionado en línea), que fundan su modelo comercial sobre la piratería de las obras, constituye una imperiosa necesidad para la preservación de la diversidad cultural y la renovación de la creación".

A juicio de Sarkozy, Megaupload, que llegó a ocupar el lugar 13 del ranking de las páginas web más populares del mundo y cuenta con más de 180 millones de usuarios, cuestionaba "la financiación de las industrias culturales en su conjunto", y agregó que "el combate judicial contra esos actores comerciales constituye el complemento indispensable de la 'respuesta gradual', esencialmente pedagógica, llevada a cabo por Hadopi respecto a los intercambios entre particulares",

Sarkozy aprovechó para defender la ley francesa contra la piratería audiovisual, conocida como Hadopi, y que prevé multar y cortar internet a los reincidentes, siempre que lo autorice un juez.

POSIBLE EXTRADICION DE EJECUTIVOS DE MEGAUPLOAD
La justicia de Nueva Zelanda inició un proceso para determinar si hay motivos para extraditar a Estados Unidos al fundador del sitio junto a otros tres directivos.

Los acusados son el alemán Kim Schmitz, fundador del portal, además de Finn Batato y Mathias Ortmann (tambiénm alemanes), y el holandés, Bram van der Kolk, a quienes un tribunal de Auckland ha negado la libertad condicional después de que fueran detenidos. "Todos los detenidos han sido acusados en los Estados Unidos. Seguiremos trabajando con las autoridades estadounidenses para asistirlas en los trámites de extradición", señaló el detective Grant Wormald, de la Agencia contra los Delitos Financieros y la Delincuencia Organizada.

La Policía neozelandesa ha decomisado a los detenidos y a la empresa, bienes valorados en unos 4,8 millones de dólares y unos 8 millones de dólares depositados en cuentas abiertas en diversos bancos de Nueva Zelanda.