Se normaliza el servicio de trenes en Buenos Aires tras violentos incidentes
La estación del barrio porteño de Constitución registraba esta mañana una actividad normal, mientras trabajadores de la terminal arreglaban parte de los destrozos ocasionados ayer que dejaron 34 detenidos.
El servicio ferroviario de mayor circulación de Buenos Aires comenzó a normalizarse hoy tras los violentos incidentes de ayer, en los que varias personas resultaron heridas y 34 fueron detenidas.
La estación de trenes del barrio porteño de Constitución, en la zona sur de la capital argentina, registraba esta mañana una actividad normal, mientras trabajadores de la terminal arreglaban parte de los destrozos ocasionados.
Los disturbios se desencadenaron cuando la empresa concesionaria del ferrocarril cerró la estación debido a que el servicio estaba interrumpido por un conflicto sindical de despedidos de empresas de servicios que cortaron las vías.
El cierre de la estación, cuando miles de personas intentaban regresar a sus hogares, desembocó en agresiones a la Policía con piedras, botellas y todo tipo de objetos contundentes, incendios en los accesos a la terminal y las entradas al metro y saqueos en los comercios de la estación y los alrededores. Los desmanes fueron controlados cuando la Policía llevó al lugar camiones hidrantes y lanzó gases lacrimógenos.
Tras los incidentes, los promotores de la protesta sindical levantaron el corte que mantenían en las vías de la localidad de Avellaneda, en la provincia de Buenos Aires, que enlaza con la capital.
El secretario de Transporte de Argentina, Juan Pablo Schiavi, concurrió a la Justicia para denunciar a quienes cortaron las vías, que identificó como militantes del Partido Obrero (PO), "complicando la vida de la gente" que quería regresar a su hogar.
En octubre pasado, un joven de 23 años murió en la estación Avellaneda cuando militantes del PO que secundaban una protesta de trabajadores despedidos se enfrentaron con sindicalistas de la Unión Ferroviaria. Por la muerte de Mariano Ferreyra, que militaba en las filas del trotskista PO, hay siete detenidos.
A su vez, el ministro del Interior de Argentina, Florencio Randazzo, dijo que los "lamentables" hechos de este jueves "de ninguna manera responde a hombres y mujeres enojados" que querían viajar, sino por un "proceso de generar inestabilidad y zozobra en la sociedad por sectores que intentan imponer un discurso del orden mediante la actuación de las fuerzas con violencia".
En los últimos días, líderes opositores, como el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, y el ex mandatario argentino y candidato presidencial Eduardo Duhalde han reclamado al gobierno de Cristina Fernández que envíe a la Policía a reprimir protestas sociales, sindicales y desalojos de predios ocupados. "No hay duda de que hay un proceso para generar inestabilidad y sobre todo en esta fechas. Van a aparecer hechos de este tipo de acá a los próximo diez días", advirtió Randazzo.
El ministro consideró que los incidentes de este jueves "están emparentados" con las recientes ocupaciones de predios en distintos puntos del sur de Buenos Aires, que también incluyeron escenas de violencia y que Randazzo vinculó con sectores políticos relacionados con Macri.
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