Senado corrige contratación de asesorías tras reparo reglamentario

"Envío de excusas a las actividades a las cuales el senador no puede asistir. Atención de público en general. Manejo de correspondencia. Atención de teléfono", eran algunas de las labores individualizadas en abril pasado por una persona contratada con la carátula de "asesoría legislativa" en una de las bancadas del Senado.

El caso ejemplificaba el uso flexible que hasta junio pasado daban los senadores a las asignaciones fiscales con las que contaba cada comité (colectivo de senadores agrupados por militancia política o cierta afinidad), para contratar a expertos o estudios orientados a la elaboración de leyes.

Además, los parlamentarios daban un uso particular a estas asignaciones. Con estos dineros que el Congreso dispone para cada comité, senadores contrataban asistentes sociales para ayudar a personas a postular a subsidios en su zona, asesores de prensa dedicados a difusión regional o personal de oficina de cada parlamentario.

Esta práctica generalizada, sin embargo, ha comenzado a ser corregida por el Senado, luego de que fuera cuestionada por el Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias (órgano autónomo del Congreso, que regula el uso de dineros fiscales para la labor de diputados y senadores).

"Los fondos asignados para asesorías externas exclusivamente se pueden destinar a la realización de estudios o actividades que sean directamente útiles a la labor parlamentaria... Este procedimiento habilita para controlar adecuadamente la idoneidad del estudio", dice  un oficio de mayo, firmado por el presidente del Consejo de Asignaciones, Sergio Páez, y dirigido a la titular del Senado, Isabel Allende.

"El consejo tiene el convencimiento de que estas aclaraciones serán útiles para el adecuado cumplimiento de la regulación de las asignaciones parlamentarias, haciendo hincapié en que no actuar de acuerdo con lo anteriormente expuesto contradice lo resuelto en su oportunidad por este consejo", advierte el oficio.

A juicio de algunos senadores, el problema se debía a una mala interpretación sobre la forma cómo gastar estos dineros, ya que cada comité recibía un monto según la cantidad de senadores. Por lo tanto, descartan de plano una mala fe. De hecho, dicen, las contrataciones eran transparentadas en la página web del Senado.

"Algunos usaron esos fondos para personal y no para el colectivo. Eso se está regularizando", dijo el vicepresidente del Senado, Eugenio Tuma (PPD).

El jefe de senadores UDI, Hernán Larraín, dijo que había una práctica generalizada y "hemos revisado nuestras contrataciones".

FONDOS DISTINTOS

Actualmente, los parlamentarios cuentan con fondos para contratar a secretarios, periodistas o colaboradores de oficina o de trabajo territorial, pero esos gastos deben ser girados a la asignación correspondiente a "personal de apoyo" o a "gastos operacionales". 

En esa línea, las asesorías para los comités están diseñadas para un fin distinto. Primero, deben ser de beneficio colectivo y, en segundo lugar, brindar un apoyo técnico en la tramitación de leyes.

Pero a juicio de algunas autoridades del Congreso, la resolución del Consejo de Asignaciones constituye un precedente frente a las decisiones que se adoptarán  frente a los problemas detectados en la Cámara con ex diputados que giraron fondos para asesorías antes de dejar su cargo y en un período de receso legislativo.

Incluso, algunos estiman que el uso  incorrecto de fondos para asesorías es un tema generalizado en el Congreso. Hoy, además de los dineros con los que cuentan los comités, cada senador o diputado, en forma individual, también tiene un monto mensual para asesorías legislativas.