Surge pista de segundo extranjero involucrado en falsa bomba del Metro
La policía busca a una ciudadana francesa que habría dejado el artefacto y un hombre que hizo la llamada de alerta.
Una voz masculina, con acento extranjero, aparentemente francés, fue quien llamó a las oficinas de la empresa Metro, a las 7.58 del jueves 19 de noviembre, y alertó que en la estación Baquedano se había instalado una bomba.
La llamada derivó en un extenso operativo de Carabineros y la paralización del servicio en siete estaciones por una hora y media, afectando a unas 60 mil personas que a la hora del incidente se desplazaban a sus lugares de trabajo.
Un dato de la indagación apunta a que la llamada de alerta no duró más que unos segundos y que fue realizada desde un teléfono público del sector de plaza Italia, por lo que su rastreo se tornó imposible.
Con esta nueva pista, ya son dos los extranjeros que presuntamente participaron en la colocación del artefacto.
Hasta ahora, la Fiscalía Metropolitana Oriente y los equipos policiales del denominado "caso bombas" sospechan que el falso explosivo fue instalado por una ciudadana francesa de 24 años que llegó a Chile en 2007 en un programa de intercambio de estudios. Los rasgos de la mujer son similares a las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del Metro: es una joven de tez blanca, de mediana estatura, con lentes ópticos de marco grueso y que cubría su cabellera con un pañuelo negro.
Los últimos días, funcionarios policiales han entrevistado al menos a tres personas que conocen a la joven y sostienen que es muy similar a la imagen de la mujer que deja la falsa bomba en el Metro, pero la mayor dificultad radica en que la persona identificada por los servicios policiales dejó el país oficialmente en octubre del año pasado.
Fuentes de gobierno dijeron que la Subsecretaría de Interior firmó en octubre de 2008 un decreto para que abandonara el país, bajo la causal de vencimiento de visa.
Según se indicó, en ese momento la medida parecía oportuna, dado que más allá de su pasantía, la joven había participado en actividades de carácter político, lo que está prohibido a los extranjeros de paso.
Ya en 2007, Carabineros detectó a la joven participando en marchas y reuniones de apoyo a la causa mapuche, realizadas en la capital.
Por eso, una tesis policial es que la joven podría haber ingresado nuevamente al país por un paso no habilitado y que actualmente estaría en territorio nacional, oculta.
La sospecha sobre la participación de extranjeros en la falsa bomba también se sustenta en la confección del comunicado dejado en el lugar y que fue elaborado con letras recortadas de revistas.
La nota, confeccionada en una hoja de oficio, parte señalando: "Esto es una advertencia que transgrede su orden, su paz, queremos molestar y destruir su capital". Luego vienen frases inconexas y termina con la leyenda "por la expansión de todas las formas de ataque". El incidente ocurrió durante la denominada "semana internacional de agitación y presión con los compañeros secuestrados por el Estado chileno", convocada por grupos anarquistas.
Una fuente vinculada al caso sostuvo que se trató de un hecho bien planificado y que buscaba generar alarma. Si bien se trataba de una bomba falsa, ese día el perro policial que rastrea explosivos se sentó junto al objeto, una señal de que podría contener una sustancia peligrosa.
Perician guantes por bombazo
En las diligencias por la bomba que estalló en las afueras del Hotel Marriott, el equipo policial se encuentra periciando un par de guantes quirúrgicos hallados en el baño del recinto.
Fue en ese lugar donde un sujeto caracterizado con abrigo, sombrero y barba postiza dejó instalada la bomba, la que fue sacada hacia el exterior del hotel para su detonación, dejando a cinco personas con heridas leves.
Los policías sospechan que los guantes fueron utilizados por el sujeto que instaló el artefacto, por lo que se están periciando para obtener una muestra de ADN.
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