Transantiago: proyecto gana premio de arte internacional

Esmalte al agua. Rojo, verde, azul y del color que la comunidad eligiera. Y técnicas de grafiti, mosaico, ilustración y collage, entre otras. Con estos elementos se ha venido implementando el proyecto "Tus ideas en un paradero", gestionado por la coordinación del Transantiago y desarrollado, desde noviembre de 2012, en conjunto con la comunidad de diferentes barrios. El objetivo era que la gente pintara los paraderos como ella quisiera. Lo que nadie esperaba, sin embargo, era ganarse un premio internacional de arte e intervención urbana.

Según informó el Ministerio de Transportes, "la iniciativa acaba de ser distinguida como uno de los proyectos más innovadores y que más aportan en calidad y armonía a la ciudad, por la Unión Internacional de Transporte Público (UITP), en la 11.a asamblea de esta organización".

El reconocimiento será entregado en una ceremonia de premiación el próximo 27 de septiembre, en Ciudad de México.

Pedro Pablo Errázuriz, titular de la cartera, destacó que la iniciativa, gestionada por la empresa BTL Group, "nos genera mucha satisfacción, ya que incentiva el cuidado de la infraestructura dedicada al transporte público y permite a los usuarios sentirse parte de su ciudad".

Hasta el minuto, se han intervenido cerca de 25 paraderos, en comunas como Santiago, Renca, Maipú y Quinta Normal. "Esperamos que cada vez sean más los vecinos que participen del proyecto y así aumente la conciencia del cuidado de la ciudad, sobre todo para generar seguridad y comodidad al momento de esperar un bus", enfatizó el director de Transporte Público Metropolitano, Patricio Pérez.

El artista urbano Martín Covarrubias, director de la consultora Ciudad Color, es el director de los talleres de arte para la comunidad, en un trabajo que también ha incluido a otros profesionales de las artes visuales, como María Fruereisen y Macarena Yáñez.

"La experiencia resulta tremendamente interesante, porque la mayoría de los paraderos que intervenimos estaban vandalizados, es decir, semidestruidos y sucios. Y después de que la gente los pintó, la misma comunidad los respeta mucho más y los mantiene casi intactos", expresó Covarrubias.

Agregó que "nosotros les hacemos un seguimiento a los trabajos, en conjunto con las juntas de vecinos, y ahora hay más jóvenes y niños que quieren participar".