Tras salida de Berlusconi, los principales líderes políticos italianos están fuera del Parlamento

Se trata del alcalde de Florencia, Matteo Renzi; el ex primer ministro y el cómico Beppe Grillo. Representan a las tres principales fuerzas que surgieron de las elecciones de febrero.




Tras la expulsión de Silvio Berlusconi del Senado, por primera vez en la historia de la República italiana, los tres principales líderes políticos nacionales están fuera del Parlamento. Matteo Renzi, Berlusconi y Beppe Grillo son los protagonistas principales de la escena política. Un alcalde de centroizquierda, un magnate de centroderecha y un cómico que es actualmente el jefe de la oposición y es un partidario de la democracia directa. Ninguno de los tres tiene un lugar en alguna de las dos cámaras del Legislativo. Esta es la fotografía -preocupante para algunos e interesante para otros- de la política italiana del momento.

Cada uno de ellos es el símbolo de una de las tres principales porciones en las cuales se dividió la torta de los votos en las elecciones de febrero pasado: 29,5% de los sufragios para la centroizquierda liderada por el Partido Democrático (PD), de Renzi; 29,2% de la centroderecha liderada por el Pueblo de la Libertad de Berlusconi (recientemente dividido entre Forza Italia, que reúne a los leales a "Il Cavaliere", y Nueva Centroderecha, encabezada por Angelino Alfano), y 25,5% de los votos para el Movimiento 5 Estrellas, de Grillo.

Tres porciones casi iguales: de ahí el dolor de cabeza que representó para el Presidente de la República, Giorgio Napolitano, formar el actual gobierno, presidido por Enrico Letta (PD), cuando ninguna de las tres partes se decía dispuesta a gobernar con alguna de las otras dos.

Matteo Renzi, 37 años, es el gran favorito para ganar en las primarias del Partido Democrático que ce celebraran el 8 diciembre. Su estrella va en rápido ascenso, sin embargo, por ahora no tiene otra cancha política concreta, televisión aparte, que no sea la alcaldía de Florencia que él encabeza.

Silvio Berlusconi, 77 años, hombre de negocios y dueño del principal grupo mediático italiano (Mediaset y Mondadori), fue expulsado el miércoles del Senado por una condena penal por fraude fiscal y no es elegible para los próximos seis años (siempre y cuando los juicios pendientes en su contra no le extiendan aún más su actual amargo momento).

Beppe Grillo, 65 años, un gurú para algunos y un hablador populista para otros, es un actor y tiene sólo plazas y teatros para hacer política. No puede candidatearse ni ser elegido, porque fue condenado en 1980 por homicidio culposo, tras un accidente de auto que él conducía y en el que tres pasajeros perdieron la vida.

"Es un regreso a los tiempos de la política extraparlamentaria", comentó a La Tercera Piero Sansonetti, uno de los analistas políticos más conocidos en Italia. "Se puede tomar como un dato de folclor político, sin embargo, yo creo que es síntoma de una situación muy grave. Desgraciadamente, hace tiempo que el Parlamento es un lugar secundario de la vida pública, ahora también sin los líderes de los sectores políticos", consideró. "El poder y el gobierno real están en otros lugares: en el mundo de la finanzas, en la burocracia de la Unión Europea, en la magistratura", concluyó Sansonetti.

Días después de la expulsión de Berlusconi, no todos creen que el ex primer ministro esté encaminándose de verdad hacia su atardecer político. "Ojo -advirtió el jurista Carlo Grosso, docente de Derecho Penal en la U. de Turín-, Berlusconi podría ser candidato al Parlamento Europeo en un país que no tenga las mismas prohibiciones que existen en Italia".

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