Ucrania define los territorios de Donetsk y Lugansk que recibirán autonomía en virtud de los acuerdos de Minks
Según anunció el Consejo de Seguridad Nacional las fronteras de estos lugares están delimitadas por una línea de separación.
Ucrania delimitó hoy los territorios controlados por los separatistas prorrusos en las regiones de Donetsk y Lugansk que recibirán autonomía en virtud de los acuerdos de paz de Minsk.
Según anunció el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, las fronteras de esos territorios están delimitadas por la línea de separación establecida en el Memorándum de Paz de Minsk de septiembre de 2014.
"El régimen especial de autogobierno local no se aplicará en aquellos territorios que fueron conquistados por los rebeldes después de la firma de los acuerdos de Minsk del 19 de septiembre de 2014", explicó a la prensa Mijaíl Koval, subsecretario del consejo.
Koval subrayó que la Rada Suprema (Legislativo) adoptará la correspondiente disposición legal con el fin de cumplir con los compromisos adquiridos por Kiev al suscribir los Acuerdos de Paz de Minsk del pasado 12 de febrero.
En el apartado 4 de ese documento se establece que Kiev tiene 30 días como máximo -hasta el 14 de marzo- desde la firma del acuerdo para determinar los territorios a los que afectará el autogobierno, según la línea de confrontación marcada el 19 de septiembre de 2014.
Las milicias prorrusas conquistaron cientos de kilómetros cuadrados en la región de Donetsk durante la ofensiva que lanzaron entre mediados de enero y mediados de febrero, supuestamente en respuesta a los ataques de las fuerzas gubernamentales.
En concreto, recuperaron el control sobre el aeropuerto de Donetsk, por donde pasaba la línea de separación en septiembre de 2014, y varias localidades estratégicas como Debáltsevo, uno de los principales nudos ferroviarios del país.
Por ello, es improbable que los líderes separatistas prorrusos renuncien a esos territorios reconquistados como parte de su futura autonomía.
Rusia había acusado esta semana a Ucrania de falta de voluntad política a la hora de iniciar un proceso de diálogo con los separatistas con el fin de reformar la Constitución y aumentar las competencias de las regiones orientales del país.
El líder ucraniano, Petró Poroshenko, propuso en septiembre de 2014 una ley de autogobierno para las zonas rebeldes, que fue considerada "un paso en la buena dirección" por el presidente ruso, Vladímir Putin, pero ésta nunca llegó a entrar en vigor.
Kiev decidió suspender su aplicación después de que los rebeldes convocaran unilateralmente para el 2 de noviembre de 2014 elecciones en sus territorios, cuyos resultados fueron respetados -que no reconocidos- por Moscú y condenados unánimemente por Occidente.
En principio, los acuerdos de paz de febrero pasado convierten en papel mojado los comicios separatistas, ya que obligan a celebrar elecciones locales en Donetsk y Lugansk según la legislación ucraniana.
En cuanto al estatus de las zonas rebeldes, el documento alude a la descentralización y únicamente compromete al Gobierno ucraniano a tener en cuenta las particularidades de Donetsk y Lugansk, de mayoría rusoparlante.
Poroshenko mantiene que la integridad territorial de Ucrania es innegociable, en lo que cuenta con el respaldo de la comunidad internacional, mientras los separatistas siguen sin renunciar a sus aspiraciones de independencia.
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