UDI se abre por primera vez a cambios acotados al sistema binominal
Directiva gremialista se reunió ayer con ministros Hinzpeter, Larroulet y Chadwick para abordar agenda de reformas políticas.
En medio del Patio de los Naranjos de La Moneda se encontraron ayer en la tarde Juan Antonio Coloma y Carlos Larraín. En un breve diálogo, los timoneles de la UDI y RN acordaron reunirse en los próximos días para analizar la decisión del gobierno de avanzar en cambios al sistema binominal.
Ambos son férreos defensores del actual modelo electoral. Y Coloma venía saliendo de una reunión de una hora y media sobre este tema entre la directiva gremialista y los ministros políticos de Palacio, Rodrigo Hinzpeter (Interior), Cristián Larroulet (Segpres) y Andrés Chadwick (Segegob).
La cita fue la última de una ronda de conversaciones impulsada por La Moneda con todos los partidos políticos con representación parlamentaria. Conversaciones que comenzaron en medio del diagnóstico del gobierno de que las protestas estudiantiles y los altos niveles de rechazo en los sondeos al Ejecutivo y la Concertación apuntan a una crisis de representatividad.
En ese contexto, quienes conocieron el contenido de la reunión afirmaron que si bien la UDI hizo una fuerte defensa del actual sistema electoral, se abrió -por primera vez de manera explícita- a realizar ajustes acotados.
Quienes participaron en la cita dicen que Coloma argumentó que el sistema binominal no puede ser "desmantelado" completamente. En ese sentido, recapituló los beneficios que el diseño le ha traído al país en cuanto a estabilidad política. Y agregó que no pasó lo mismo con el sistema proporcional, que existía con anterioridad.
Sin embargo, el mismo timonel dijo que el partido estaba disponible para evaluar alternativas que perfeccionen el sistema, apuntando a aumentar el peso electoral y la influencia de las regiones. De ese modo, Coloma dijo que todo sistema era "perfectible", incluido el binominal.
Algunos personeros presentes indicaron que los ministros políticos ratificaron la intención del gobierno de impulsar un perfeccionamiento al binominal, tema que habría sido abordado por el ministro Hinzpeter. Cercanos a Coloma, sin embargo, indicaron que los secretarios de Estado no plantearon un compromiso específico de enviar un pro- yecto de ley con cambios al sistema.
Según fuentes gremialistas, este tema había sido debatido ampliamente en reuniones de directiva, durante las semanas previas. Ahí se analizó la postura del gobierno para hacer frente a las protestas y al complejo clima político. La decisión, dicen en el gremialismo, fue no aparecer completamente cerrados a responder a estas expectativas de cambios.
Tras la reunión, Coloma enumeró las reformas políticas que la UDI respalda, como el voto voluntario, la inscripción automática y el cambio de la fecha de las elecciones, sin nombrar eventuales ajustes al sistema binominal.
Ante las consultas sobre ese tema, Coloma dijo que "siempre está la voluntad de perfeccionar la institución, pero creemos que el sistema binominal ha dado estabilidad a Chile y eso hoy día nadie lo puede poner en duda", agregando que "si alguien tiene un sistema mejor que garantice estabilidad y la representación adecuada de las regiones, obviamente, lo vamos a discutir con la mejor disposición".
Quien destacó con fuerza la postura de la UDI fue el ministro Chadwick, quien indicó que el partido "se ha ido incorporando a este esfuerzo que el gobierno está haciendo junto a la Coalición y a los partidos de la Concertación, PC, PRI y sectores independientes, para ver la posibilidad de llegar a un acuerdo que nos permita avanzar en esta materia, perfeccionando y modernizando nuestro sistema democrático".
Además, Chadwick informó que el gobierno entregará en las próximas dos semanas un informe con las propuestas que ha recibido en la ronda de conversaciones con los partidos sobre el tema.
Cómo funciona el binominal
El sistema rige desde 1989 y dispone que los bloques compitan en listas, generalmente con dos candidatos, y resulten electos dos postulantes, correspondientes a las primeras mayorías de los dos pactos más votados. Esto, a menos de que una de las listas doble a la siguiente, permitiéndole elegir a sus dos postulantes. Se le critica porque vulnera la voluntad popular en casos en que el candidato que logró la segunda mayoría general no resulta electo y sí quien obtuvo la tercera mayoría y pertenece a otra lista. En su defensa, se dice que garantiza la estabilidad política pues tiende al empate de fuerzas en el Congreso.
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