Un camarín agrietado: La "U" sufre en la interna a días del Superclásico

El ambiente de los universitarios no está tranquilo y nadie parece alzar la voz. Los referentes del club viven su propio mundo en el CDA.




Ni los dos triunfos consecutivos, ante The Strongest y San Marcos de Arica, por la Copa Libertadores y Torneo de Clausura, respectivamente, lograron tranquilizar al camarín de Universidad de Chile. Atrás quedaron las risas y los abrazos, que, durante la temporada pasada, fueron la tónica en la obtención del título del Apertura 2014.

Hoy, en el Centro Deportivo Azul, el ambiente es totalmente opuesto. La mala campaña, sumada a la ausencia de Martín Lasarte durante algunas semanas por sus problemas lumbares, han generado un clima de tensión, que nadie imagino que ocurriría a sólo 96 días de celebrar la estrella 17.

Varios grupos ocupan el escenario interno, sin embargo, hoy nadie parece capaz de aunar criterios y deseos. La U parece un barco a la deriva, del que nadie quiere hacerse cargo, más allá del deseo lógico de querer ganar y sumar objetivos deportivos.

Lo que más llama la atención en el plantel es la pasividad de varios de los referentes. Salvo Johnny Herrera, quien ha debido asumir en parte la vocería del equipo tras cada derrota, el resto de los líderes del camarín no apareció casi nunca en este semestre. Ni siquiera José Rojas, el capitán de los azules desde 2011.

El actuar de Pepe no ha pasado desapercibido en el CDA. Varios lo ven agotado mentalmente. Otros apuntan a cierta molestia del seleccionado chileno  con Martín Lasarte, quien lo sacó del centro de la zaga y lo ubicó de lateral izquierdo, una posición en la que no se siente para nada cómodo. Por ello, prefiere quedarse al margen de todo.

A esto se le suma su deseo de emigrar al extranjero, situación que se ha visto truncada en tres oportunidades. "Sabemos que José Rojas quiere partir. Si llega una oferta, no pondremos problemas para que pueda jugar en el exterior", asegura un directivo de Azul Azul.

Pero el capitán no es el único que tiene la cabeza en otro lado. A diferencia del año pasado, la convivencia interna está fracturada y los referentes no parecen muy dispuestos a sumar fuerzas para recomponer el buen ambiente.

La personalidad de los principales símbolos también es un factor que no ayuda para generar la mentada unión del grupo. Johnny Herrera y Gustavo Canales, los líderes naturales en el camarín, son tipos extremadamente introvertidos, que pocas veces comparten con el resto de sus compañeros. Eso sí, son los primeros en incentivar al resto a mantener la mentalidad ganadora  pese a la mala campaña.

Los uruguayos, en tanto, viven su propio mundo dentro del club. Mathías Corujo, Ricardo Guzmán Pereira y Maximiliano Rodríguez son muy cercanos al cuerpo técnico y, en más de una oportunidad, se han molestado por el bajo rendimiento de sus compañeros. No entienden el bajón del equipo, a tan poco tiempo de lograr el torneo con un registro que rompió todos los récords. Para ellos, la consigna es recuperar el nivel del semestre pasado, para así asegurar la continuidad de Martín Lasarte en la banca estudiantil.

Por su parte, la patrulla juvenil del elenco que entrena en La Cisterna se pasea sin mayor atención por los pasillos del CDA. Cristián Cuevas, Bryan Cortés, Benjamín Vidal , Joao Ortiz y Sebastián Martínez no se involucran en los conflictos que dividen al plantel. El experimentado Cristián Suárez  es el jugador más cercano a este grupo.

El drama de Lasarte

Los problemas no sólo apuntan a las divisiones que existen al interior del plantel. Martín Lasarte no le perdona a Sabino Aguad, gerente deportivo del club, la partida de Patricio Rubio. A Machete le prometieron que el delantero no sería transferido. Sin embargo, los US$ 5 millones que puso los Gallos Blancos cambiaron el panorama.

En la directiva de Azul Azul se defienden de las críticas del técnico y aseguran que cumplieron todos las peticiones que el  técnico realizó, luego de conseguir el título de Apertura. "Sólo pidió a Benegas. Nadie más. Le ofrecimos otros jugadores y nos dijo 'con este plantel salgo campeón'. Cuando se fue Rubio, pidió a Maxi Rodríguez y estaba contento",  dice un alto directivo de la mesa concesionaria.

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