Un crack marcado por la cerveza
Corona estaba destinado a apodarse Coronita, pero Monterrey, su primer club, vive de Tecate, la competencia cervecera.
El rostro de los mexicanos, en el duelo ante Venezuela, demostraba preocupación. La escuadra que conduce Juan Carlos Osorio caía por la cuenta mínima y el resultado les obligaba a jugar contra el rival que el propio Rafael Márquez, capitán de la Selección, señaló públicamente que quería evitar: Argentina. De paso, se ponía fin a un invicto de 10 encuentros de la mano del actual técnico. Pero bastó que Corona tomara el balón y demostrara su gran momento.Condujo el balón por la izquierda, evadió rivales, entró al área y, con un fuerte disparo, desató la locura de los 67 mil fanáticos aztecas. Para muchos, el mejor gol en lo que va disputado de la Copa Centenario.
A Jesús Manuel Corona lo llaman Tecatito. Y no sólo por pequeñito. Todo empezó por ahorrarle un problema con Tecate, la marca de cerveza que sustenta al Monterrey, el equipo que lo hizo debutar en Primera hace cinco años. Y claro, mejor llamarlo así que Coronita, no sólo la competencia sino el auspiciador del eterno rival. Hoy el prometedor extremo de 23 años juega en el Porto portugués y ha sido tasado en US$ 50 millones.
Tecatito es la gran amenaza de la escuadra de Pizzi. A sus 23 años, el futbolista se ha convertido en uno de los referentes del combinado de Osorio. Sus compañeros así lo asumen: "Para mí es un crack porque yo lo tengo día a día y sé la calidad que tiene. Un crack no significa aparecer en todos los partidos y hacer un gol como el que hizo a Venezuela, significa aparecer en los momentos importantes y él lo ha venido haciendo", dijo Miguel Layún, con el que comparte camarín en su club en Portugal.
Sus primeros pasos los dio en Monterrey. Debutó con apenas 17 años y rápidamente se transformó en figura de los Rayados. Tres años le bastaron para consagrarse. En 2012, viajó a Japón para mostrarse en el Mundial de Clubes. Anotó dos goles y en el duelo ante Chelsea, puso en aprietos a Ashley Cole y a Peter Cech. El mundo, en aquel torneo, ya comenzó a mirarlo con atención. Su nivel lo llevó a fichar en el Twentte, de Holanda, donde su ex entrenador, Alfred Schreuder, llegó a compararlo con Romario, gracias a su movilidad. "Si continúa evolucionando como hasta ahora, puede ir a jugar en el Barcelona o el Madrid", señaló en aquella oportunidad. Al poco tiempo fue transferido a su actual club: Porto. Tecatito se declara un admirador de Iniesta y en México muchos lo comparan con otra de las estrellas que tuvo el fútbol azteca: Cuauhtémoc Blanco.
Los elogios a su juego llegan de todos lados. Hasta los históricos mundialistas reconocen estar ante uno de los grandes proyectos del fútbol mexicano. "Es un extremo puro, con una fantástica movilidad y habilidad técnica. Me encanta la audacia con que se muestra en el campo", considera el ex jugador del Atlético y Real Madrid Hugo Sánchez. Juan Carlos Osorio, técnico de la Selección, tampoco se ha cansado de alabarlo: "Salvo Messi, Jesús está al nivel de Willian, Neymar, Hazard, Robben o Ribéry. Cuando se trata de encarar con habilidad y con poco espacio ha demostrado que es uno de los mejores del mundo", dijo.
Su movilidad y capacidad para juntarse con la otra figura del equipo, Chicharito Hernández, tienen preocupado a Pizzi. Más aún cuando la defensa de la Roja no ha tenido buenas actuaciones Por esa banda, José Pedro Fuenzalida tendrá la misión de anular sus desbordes, que prometen ser una de las principales armas para batir la portería de Claudio Bravo.
La Roja toma apuntes de los movimientos de Tecatito. La joven promesa del fútbol mexicano es la gran preocupación del actual campeón de América.
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