Un Dakar que crece en la solidaridad
La organización de la clásica prueba y los equipos encabezan iniciativas de ayuda para los más necesitados.
El Dakar pueden ser 16 días de penurias y pérdida de las esperanzas. Pero también de alegría y no sólo para los pilotos que consigan llegar a la meta en La Moneda, en la última etapa de la prueba, sino para quienes se dieron cuenta de que la carrera más importante del mundo puede tener un perfil solidario. Y lo llevan a cabo.
Por el lado de los equipos chilenos, destaca la idea del equipo Transportes Bello, que se presenta con dos buggies en la serie de autos: Alvaro Chicharro y Cristián Sáenz.
En el equipo nortino tomaron la decisión de donar útiles escolares al Hogar de Cristo por cada etapa recorrida de sus autos.
"La gente dueña del equipo es muy solidaria siempre y no le dice a nadie. Esto es un orgullo tremendo", comenta Sáenz.
La meta final es conseguir 400 packs escolares y, hasta ayer, sumaban 28. Y aunque no todo ande bien en la carrera, la campaña es más importante, pues aunque abandonen seguirá a través de Facebook sumando aportes de acuerdo con la cantidad de seguidores.
También han pensado en los demás en el equipo MD. La escudería francesa y la fundación Mecenat Chirurgie Cardiaque, llevan a cabo un proyecto a nivel mundial para llevar niños con patologías cardíacas de diferentes países pobres de Africa y Asia a Francia, para ser operados del corazón.
La participación del equipo es financiada por los pilotos y sus auspiciadores, por lo que los fondos recolectados son utilizados completamente para las intervenciones. Un auto equivale a una operación.
Incluso el propio Pierre Vasseur, piloto del buggy 413 acogió en su casa por tres meses a uno de estos niños, el año pasado.
También el propio Dakar hace su aporte. En Lima, se cobraba una entrada cercana a los dos mil pesos chilenos para ingresar a ver los vehículos, así como para el podio inicial. El dinero de las 110 mil entradas (187 mil dólares) fue totalmente destinado a la asociación peruana Fe y Alegría, cuyo objetivo es la educación de los pobres.
Además, desde que llegó a Sudamérica, la carrera ha aportado cada año con la campaña Un Techo para Chile, que se ha ampliado a Argentina y Perú bajo el nombre genérico de Techo. El aporte ha sido de US$ 610 mil en los últimos cuatro años.
La puerta para sumarse al Dakar solidario está abierta.
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