Valle del río Colorado: La ruta de los Cóndores
<img height="16" alt="" width="60" border="0" src="http://static.latercera.cl/200811/193728.jpg " />Puede parecer sorprendente, pero a sólo una hora y media de Santiago hay un lugar donde podrá observar el soberbio volar de los cóndores en todo su esplendor.
Es curioso que se sepa tan poco de los cóndores, siendo aves tan famosas. Esquivos, escasos, siempre guarecidos en los acantilados y alturas, enormes. Y aunque cumplen la no muy prestigiosa misión de carroñeros, han llegado a ser símbolo de divinidad y grandeza. "Son buitres elegantes", comenta Carlos Claussen, quien con su empresa Eco Explorer realiza salidas ecoturísticas para observarlos en toda su plenitud. Y lo magnífico de todo esto es que lo hace a sólo una hora y media de Santiago, dentro de la Región Metropolitana.
Suena imposible, pero en los alrededores del río Colorado, en un valle lateral del Cajón del Maipo, existe un verdadero santuario animal frecuentado por alrededor de 50 cóndores. Un número sin duda sorprendente, ya que son muchos más de los que hay, por ejemplo, en todo Ecuador.
La población de cóndores de América del Sur se estima en apenas 6 mil 200 ejemplares, por lo que la situación en las cercanías de Santiago es bastante privilegiada y no se le ha sacado provecho turístico, como sí ocurre en el Cañón del Colca en Perú, donde miles de visitantes llegan cada día a contemplar y fotografiar a estos gigantes.
Observarlos en las cercanías del río Colorado no es difícil, sobre todo en esta época del año. La única condición es llegar temprano en la mañana, cuando estos "planeadores vivientes" de más de tres metros de envergadura despliegan sus alas y comienzan a volar de forma circular, buscando alguna corriente térmica que los eleve más y más. Al poco rato habrán alcanzado gran altura y ver su espléndido planear será dificultoso.
Al final del valle, en El Alfalfal, existe la llamada Ruta de los Cóndores, que se puede recorrer a caballo o en bicicleta. También hay otros circuitos menores, que perfectamente se pueden realizar caminando o a caballo y no tienen más de una hora y media de trayecto. Además de los cóndores, podrá contemplar los hermosos valles desde las alturas, encajonados entres las abruptas quebradas que albergan a estas majestuosas aves.
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