Vendimia bajo fuego

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Cepas centenarias arrasadas en Maule, Colchagua y Maipo. Humo, cenizas y calor afectando las uvas que todavía cuelgan de las parras. Los incendios parecen haberse ensañado con el sector vitivinícola, afectando sobre todo a pequeños productores.




La cadena de incendios, que hasta el cierre de esta edición afectaba a gran parte del país, dejando 11 muertos y 250 mil hectáreas arrasadas, parece haberse ensañado con el sector vitivinícola, afectando, sobre todo, a pequeños productores, justo en momentos en que se desarrollaban faenas de vendimia en algunas viñas, adelantadas en más de un mes por las altas temperaturas.

Este viernes, la Mesa del Vino, convocada por la Asociación de Vinos de Chile, contabilizó 94 hectáreas de vitis vinífera quemadas sobre un total de 141.000 plantadas a nivel nacional. Pero productores consultados por La Tercera alertan que de continuar los incendios, la cifra podría dispararse.

Según explican en las zonas afectadas, las consecuencias de la tragedia para el sector vitivinícola son graves. Ya las altas temperaturas habían obligado a adelantar las cosechas en algunas zonas, y una vez que las llamas se consuman, habrá que ver qué hacer con las uvas que quedaron expuestas al humo, las cenizas y el calor, condiciones que podrían dañar la producción de vino.

Una fuente que prefiere mantenerse en reserva indica que si en una cosecha normal el calor del día es atenuado por la frescura del aire nocturno, los incendios hicieron que las altas temperaturas se extendieran por jornadas completas, lo que podría acelerar la madurez de las uvas, afectando de paso la calidad del producto final.

También indican que el humo que se propaga con el viento puede impregnarse en los racimos, afectando también su calidad.

Parte de esto es lo que ya está incorporando el mercado. Por ejemplo, en la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS), las acciones de Concha y Toro, las más líquidas del sector, han bajado 4,20% desde el 24 de enero pasado, llegando a $ 1.070.

Aquí, tres relatos de los efectos sobre los viñedos de esta racha catastrófica.

 Olga Barbosa, bióloga: "Estamos perdiendo la imagen país"

El Programa "Vino, Cambio Climático y Biodiversidad", de la Universidad Austral y el IEB, estaba trabajando con viñedos de cientos de años que hoy se han visto reducidos a cenizas. Apenas supo del fuego, la doctora en Ciencias Biológicas y presidenta de ese proyecto, Olga Barbosa, se contactó con las viñas afectadas para realizar un catastro, conseguir fondos y reforestar acorde a la zona. "Es terrible, no solo las viñas se ven afectadas, sino las matas, entonces es complejo. Se afectan los árboles y el servicio asociado a ellos", cuenta.

Añade que los mismos dueños de las viñas están ayudando también a los animales afectados de la zona y salvando lo que queda de flora nativa. "Estamos perdiendo patrimonio en toda su expresión, la imagen país de Chile son las viñas detrás de su bosque nativo", dice.

Y aunque el valle de Casablanca sólo está en alerta por la cercanía de las llamas en Curacaví, Barbosa está colaborando en entregar apoyo técnico a las viñas del sector.

Francisco Gilmore, Vinos Gilmore: "La situación psicológica es caótica"

"El jueves, a las 16.00, no podías ver más allá de 20 metros por el humo negro, relata al teléfono Francisco Gilmore, dueño de los vinos homónimos. Cuenta que el viernes lo peor del humo ya había pasado, pero que tiene temor a que se reactive alguno de los cuatro focos que rodearon su viña, en el camino a San Javier.

El empresario explica que los productores más afectados son los pequeños campesinos y que a pesar de haber visto el fuego con anterioridad, recién el lunes extremó las precauciones: dos máquinas, tanques de agua, una bomba y 10 personas que hacen vigilancia 24 horas. "Es una situación psicológica súper caótica, tengo todo, pero no sabes por dónde va a venir, es estresante", dice, y destaca la solidaridad que se ha generado en la zona. Ayudó a evacuar a uno de sus vecinos a través de su campo.

"Se fue a la casa de mi hija, su camino estaba cortado por el fuego", narra.

En la cancha de fútbol de su campo está alojando a los funcionarios de Conaf.

Felipe Neira, enólogos de Itata: "Atrapados en una tormenta de cenizas"

Felipe Neira, presidente de la Asociación Gremial de Enólogos del Valle de Itata, dice que en ese valle, la comuna de Florida ha sido la más afectada.

Indica que todo comenzó hace "cerca de una semana ", por los distintos focos de incendio que afectaban a las plantaciones de pinos que rodean las viñas.

Según Neira, en los primeros días los viñedos de la zona quedaron atrapados bajo "una especie de tormenta de viento de ceniza", que "había más de 40 grados a la sombra, no se podía ver nada" y que, además, en su zona "los cortafuegos son muy pequeños, casi inexistentes, pese a la presencia de pinos, que se incendian más fácilmente". Es por ello que, indica, se hace necesario llamar la atención sobre la regulación que tiene este tipo de plantaciones y sobre cómo afectan a los sectores que las rodean.

Añade que al principio "había videos de colegas y bomberos atrapados por los incendios, pero que afortunadamente pudieron escapar".

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