Venta de Waldorf Astoria a chinos puede reavivar temores de espionaje

el cambio de propiedad llevará a  Estados Unidos a garantizar la privacidad de los funcionarios públicos que se reúnen en el hotel.




Durante años, los huéspedes destacados del emblemático hotel Waldorf Astoria de Nueva York tuvieron la tranquilidad de que sus conversaciones privadas no serían oídas por nadie –salvo, quizá, por espías estadounidenses.

Probablemente esto cambie. Según lo programado, el lujoso hotel Art Déco de 83 años, que alberga al embajador estadounidense ante Naciones Unidos, se venderá a un comprador chino. El acuerdo está atrayendo una inspección del gobierno estadounidense y es posible que provoque una revisión de seguridad nacional para evaluar los posibles riesgos de espionaje.

"Prácticamente no había habitación, suite, mesa de restaurante o pista de baile que no estuviera interceptada", dijo Edward Moles, director de asuntos públicos del hotel durante las décadas de 1970 y 1980, a quien le dijeron que se habían instalado dispositivos de escucha en todo el edificio. "Yo suponía que era el gobierno estadounidense, algún aspecto de nuestro gobierno, que los ponía y los controlaba. Al menos, eso esperaba".

En medio de las acusaciones de ciberespionaje que intercambian Estados Unidos y China, el cambio de propiedad del hotel llevará a  Estados Unidos a garantizar la privacidad de los funcionarios públicos que se reúnen en el hotel, dijo Joel Brenner, ex inspector general y consejero sénior en la Agencia de Seguridad Nacional.

"No existe riesgo de daño físico, es un riesgo de vigilancia", dijo Brenner, quien actualmente es investigador en el Centro de Estudios Internacionales del Massachusetts Institute of Technology.

Hilton Worldwide Holdings Inc., que acordó vender el hotel a Anbang Insurance Group Co. de China por US$1.950 millones, tiene "confianza en que no existen problemas de seguridad nacional debido a esta transacción", según un portavoz. Se prevé una importante renovación y Hilton estará a cargo de la gestión de la propiedad por 100 años conforme las condiciones del acuerdo.

"Si recibimos alguna indagación de un organismo gubernamental, continuaremos cumpliendo plenamente", dijo el portavoz. Dijo que era "imposible hacer comentarios sobre rumores sin sustento de hace casi 40 años", en referencia a los comentarios de Moles relativos a las escuchas en el hotel. Un correo electrónico enviado al departamento de medios de Anbang en Pekín no tuvo respuesta.

El Waldorf, que alojó a todos los presidentes desde Herbert Hoover y alberga a la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, ha sido elegido por su seguridad física. El presidente Franklin Delano Roosevelt, cuya discapacidad derivada de la polio no se mostraba públicamente, utilizaba un tren subterráneo secreto para que sus entradas y salidas fueran discretas.

Según ex funcionarios públicos y abogados, la venta a Anbag probablemente genere una revisión de la Comisión de Inversiones Extranjeras en los Estados Unidos, un panel gubernamental que analiza adquisiciones de empresas estadounidenses por parte de compradores extranjeros para proteger la seguridad nacional.

El punto central será el acceso electrónico a la información que es compartida o generada in situ, dijo Oliver "Buck" Revell, ex director de operaciones de la Oficina Federal de Investigación (F.B.I.) en los años 1980.

"El solo hecho de obtener acceso al edificio permite que la tecnología actual sea utilizada para fines encubiertos", dijo Revell, que fundó y preside Revell Group International Inc., una empresa y firma consultora global con sede en Dallas.

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