Vicepresidente DC rechaza plebiscito por proyecto de despenalización del aborto
Idea había sido propuesta por Gabriel Silber, jefe de campaña de Pizarro para elección interna.
Un inmediato rechazo a la idea de realizar un plebiscito sobre la despenalización del aborto al interior de la DC manifestó ayer uno de los aspirantes a presidir ese partido, el diputado y vicepresidente de la colectividad Fuad Chahín.
El parlamentario cuestionó esa alternativa, que fue planteada por su par Gabriel Silber, miembro de la disidencia a la conducción de Ignacio Walker y jefe de la campaña del senador Jorge Pizarro, otro de los aspirantes a liderar la colectividad.
Silber había informado a La Tercera que enviará un documento al tribunal supremo de la falange para formalizar la propuesta, que implica realizar una consulta entre los militantes el mismo día de la elección interna, es decir, el 29 de marzo. Esto, circunscrito a las tres causales del proyecto del gobierno: violación, inviabilidad del feto y peligro de vida de la madre.
Al respecto, Chahín dijo que "no corresponde hacer un plebiscito". A juicio del legislador -representante del sector "colorín" del partido-, "esto es un debate interno, es una elección para la directiva del partido, y tenemos que generar una discusión bastante más seria, más tranquila y más profunda respecto del aborto, donde el tema no es quién gana por un voto más o un voto menos".
El parlamentario advirtió el riesgo de realizar una consulta interna, dependiendo del resultado. "No quiero violentar la conciencia de ningún parlamentario, porque una posición, en un marco que no tiene nada que ver con este tema, pueda ganar por un voto más o un voto menos. La discusión dentro del partido tiene que ir por separado", sostuvo.
La propuesta de Silber se produce en medio de la realización del VI congreso ideológico de la DC, trabajo que se inició a fines del año pasado y que, sin embargo, por estos días fue paralizado hasta después de la elección de la nueva directiva. Será esa instancia la encargada de definir una nueva postura del partido frente a la interrupción del embarazo o, en su defecto, ratificar la posición que se fijó en 2007, cuando se rechazó el aborto terapéutico.
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