Vicepresidente de Productividad y Costos de Codelco: "Estamos usando a Salvador como modelo"

Ejecutivo a cargo de la contención de costos de la minera, afirma que replicarán el modelo utilizado en esa división para bajar los costos de operación de la estatal.




El pasado viernes, el presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, señaló que la rebaja en los costos será clave a la hora de revertir la pérdida por US$ 151 millones que obtuvo la cuprera a marzo de 2016. En este escenario, José Robles, vicepresidente de Productividad y Costos de la minera, es clave. Robles ya tiene una experiencia positiva: bajar de US$ 2,56 a US$ 1,80 los costos de la División Salvador, modelo que usarán para recortar este ítem en las distintas divisiones de la estatal.

¿Cómo se compone la estructura de costos de Codelco? 

Los costos estructurales de operación son las remuneraciones, los materiales, combustibles, energía  y servicios a terceros. Ésa es la base operacional. Dejo la depreciación afuera por un momento, porque uno lo que controla básicamente es eso, las inversiones uno las ejecutó y las está depreciando. Si uno lo lleva a la base que tenemos hoy en nuestro plan de trabajo, y que anda muy cercano a lo real, son 35% remuneraciones, materiales 30%, combustible 5%, energía 15% y servicios de tercero 16%.

¿Cómo lograron bajar los costos en Salvador?

Teníamos algunas oportunidades de transformar el modelo de negocios, porque veníamos de hace muchos años de una visión de un eventual cierre. Una vez claro el plan de Salvador, decidimos apostar por la continuidad de Salvador y un Rajo Inca optimizado. Internalizamos operaciones que son del corp business, que es la explotación de la mina y la operación de la planta concentradora. Pasar de un costo de US$ 2, 56 a US$ 1,80, es un tema no menor. Adicionalmente, en Salvador veníamos trabajando fuertemente por la implementación del mejoramiento del sistema de fundición y refinería, y ahí también fue un golpe importante. Si uno ve lo que hemos hecho de cobre producido y los niveles tratados en fundición, han aumentado considerablemente, 40% a 50%. Pero, para este año, todavía nos quedan espacios.

Nelson Pizarro dijo que la situación de Salvador debe replicarse en todas las divisiones.

Estamos usando a Salvador como modelo. Tenemos un comité de gestión, una instancia de competitividad con las dirigencias sindicales, en donde revisamos el proceso de Salvador. En Chuquicamata, estamos trabajando un plan bastante intenso para mejorar el costo. Pasa, también, por mejorar el rendimiento y la recuperación metalúrgica. Tenemos identificadas las oportunidades de mejora y estamos con un plan concreto. Esperamos ser exitosos este año también en Chuquicamata.

¿Habrá despidos para bajar los costos?

Nosotros siempre estamos mirando la situación y nunca se pueden descartar ajustes. Pero, evidentemente, tratamos de evitarlos, y de generar una condición de productividad que apalanque la empleabilidad. Si tenemos comunicación con nuestra gente y ellos están entendiendo el mensaje, vamos a tener una condición bastante más factible de lograr las productividades que buscamos.

¿Cómo se compone la rebaja de costos de US$ 1.200 millones, lograda el año pasado?  

Se ha dicho que gran parte responde a variables exógenas. Siempre la caída del precio del cobre viene aparejada con una serie de otros efectos macroeconómicos. De partida, se modifica la tasa de cambio, se produce una rebaja de elementos relevantes como el barril del petróleo, donde el Brent cayó hasta US$ 30. En un año, hemos empezado a ver el impacto que tuvo la caída de los principales commodities y eso ha favorecido los costos, disminuyendo los de energía. Estábamos con contratos que bordeaban los US$ 130 por MWh y ahora estamos levemente por debajo de los US$ 100 por MWh. De los US$ 1.200 millones, US$ 656 millones vienen de estas variables monetarias.

¿Este año cuánto debería aumentar el porcentaje de gestión?

Nosotros, prácticamente, ya capturamos los efectos exógenos. Todavía pensamos que pueden ser entre US$ 600 millones y US$ 700 millones, y que básicamente serán  US$ 300 millones o US$ 400 millones de gestión interna. Dado la condición que vimos en la entrega de resultados, probablemente vamos a tener que seguir buscando profundizar esas iniciativas, y mejorar los rendimientos de los procesos, estandarizar, sacar más rendimiento de nuestros materiales, gestionar más nuestros activos y garantizar una mayor producción con los mismos recursos.

¿Dónde más se puede recortar?

Todavía nos quedan espacios en nuestros indicadores de desempeño para mejorar. Estamos trabajando bien fuerte en las recuperaciones y rendimientos de nuestras fundiciones. Creemos que hay un espacio importante, porque hemos estado mejorando y optimizando, con unos proyectos que no son de gran monto, pero sí son impactantes en el resultado. Tiene que ver con un tema de innovación y tecnología que estamos mejorando, pero también tiene que ver con prácticas y estándares de procesos, y en eso estamos siendo bien rigurosos, en asegurar que las operaciones de  fundición y refinería trabajen en los mejores estándares posibles.

¿Cuánto inciden las fundiciones en el costo en general?

A pesar de que tenemos costos altos en nuestras fundiciones, estamos en el cuarto cuartil de costos en la gran mayoría de ellas. Por la condición particular de nuestros concentrados complejos, se produce un margen que estamos generando en las fundiciones. Si mejoramos el costo de ellas, ese margen será mayor.

¿Cuáles son los costos de las fundiciones? 

Las más óptimas están del orden de 21 centavos la libra, y las que están con mayores problemas operacionales que estamos arreglando, están del orden de los 40 centavos.

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