Yanukóvich pide perdón y asegura que luchará por el futuro de Ucrania de manera pacífica

El depuesto presidente de Ucrania, Viktor Yanukóvich, dijo hoy que nadie le ha destituido y que está decidido a seguir luchando por el futuro de Ucrania, pero de una manera pacífica. Además, pidió perdón a todos los que se han visto afectados por el conflicto.

En sus primeras palabras al comparecer en una conferencia de prensa en la ciudad meridional rusa de Rostov del Don, Yanukóvich acusó al nuevo poder de Ucrania de implantar el terror y el miedo, y aseguró que no huyó, sino que tuvo que irse de Kiev por ver su vida amenazada, por lo que volverá a Ucrania cuando "se cumplan las condiciones de seguridad para mi y mi familia".

"Ha llegado la hora de decir que tengo la intención de seguir luchando por el futuro de Ucrania contra quienes mediante el miedo y el terror intentan aplastarlo, y he decidido decirlo públicamente", señaló Yanukóvich, que apareció flanqueado por cuatro grandes banderas ucranianas.

"Nadie me derrocó... Tuve que abandonar Ucrania por las amenazas contra mi vida y mi familia...", dijo el mandatario destituido el pasado 22 de febrero por el Parlamento ucraniano. Además explicó que él no firmó su dimisión, por lo tanto, sigue siendo el presidente legítimo de Ucrania y consideró ilegítimas las leyes dictadas por el nuevo poder.

Frente a ello descartó participar de las elecciones anticipadas del 25 de mayo.

Según Yanukovich, el gobierno "usurpado nacionalistas y profascistas, gamberros...que son la absoluta minoría de los habitantes de Ucrania".

PAZ Y PERDÓN

El ex mandatario afirmó que no concibe una salida al conflicto en Ucrania que no sea por una vía pacífica. "Creo que cualquier operación militar es inadmisible, y no voy a inclinarme por una operación militar" y recalcó que "ninguna gota de sangre derramada por el conflicto está justificada".

Asimismo, declaró sentirse avergonzado, por lo que "quiero pedir perdón, ante todos, ante los veteranos y el pueblo ucraniano por lo que pasó, porque yo no tuve las fuerzas para mantener la estabilidad y por permitir lo que está pasando en el país". El ex mandatario dijo que si todavía estuviera en su país pediría perdón de rodillas.

Ante más de 200 periodistas congregados en un centro de congresos en Rostov del Don, Yanukóvich afirmó que la salida de la situación era el acuerdo que él firmó el 21 de febrero con la oposición y la participación de mediadores de la Unión Europea, e insistió en la necesidad de su cumplimiento.

Recordó que ese acuerdo contemplaba una reforma constitucional para igualar todos los poderes del Estado y la celebración de elecciones presidenciales anticipadas en diciembre de 2014. Frente a este acuerdo que finalmente no se cumplió, el ex mandatario dice sentirse "engañado".

CRIMEA

Al ser consultado por la situación actual en la República Autónoma de Crimea, Yanukóvich explicó que "todo lo que pasa en Crimea es una reacción natural de la revuelta de bandidos en Kiev. Aquella usurpación del poder hecha por un grupito de radicales. Y los habitantes de Crimea no quieren, y no lo harán, someterse a los radicales. Quieren defender sus casas y sus familias".

Además, llamó a los habitantes de Crimea a que "no permitan el derramamiento de la sangre y una guerra" y según él Crimea tiene que ser parte de Ucrania, conservando una autonomía amplia.

RUSIA

El ex líder político de Ucrania reveló que ha mantenido contacto con el presidente Vladimir Putin y que acordaron reunirse cuadno se den las condiciones, al tiempo que dijo sentirse sorprendido por el hermetismo de la ex república soviética. Respecto al rol de Rusia en el conflicto, dijo que no puede tener una actitud pasiva frente a un gran aliado y vecino como lo es Ucrania.

Contra Yanukóvich pesa una orden de busca y captura emitida por las autoridades de Ucrania que lo acusan de la muerte de casi cien personas en los tres meses de disturbios en Kiev, ante lo cual solo esbozó su opinión.

Anoche llegó a la ciudad rusa donde se celebra la conferencia de prensa tras permanecer en paradero desconocido desde que perdió el poder.