Covid-19: hora de avanzar hacia una nueva etapa
Tras cumplirse dos años desde el primer caso de coronavirus detectado en el país, parece hora de avanzar hacia una flexibilización de restricciones que han tenido un alto costo para la población.
El pasado jueves 3 de marzo Chile cumplió dos años desde que se detectara el primer caso de coronavirus en el país. Y el próximo fin de semana serán también 24 meses desde que empezaron a aplicarse restricciones para intentar contener los contagios. Desde esa fecha el país y el mundo han recorrido un largo y doloroso camino para aprender la mejor forma de hacer frente a la peor pandemia que ha afectado a la humanidad en más de un siglo, y también para desarrollar a una velocidad inédita en la historia una serie de vacunas que ha permitido responder de mejor manera a la agresión del virus. Fue un proceso que obligó muchas veces a retroceder en algunas de las medidas adoptadas o a ajustar otras, coartando libertades individuales en pro de la contención del contagio.
En Chile la aplicación del plan Paso a Paso, cuestionado por algunos sectores en un primer momento, permitió a la larga responder eficazmente al manejo de la pandemia, apoyado hasta septiembre pasado en un estado de excepción constitucional que contribuyó a un más eficiente y rápido manejo de las capacidades hospitalarias y de insumos médicos disponibles. A ello se sumó el acertado y efectivo proceso de vacunación que permitió no solo ubicar a Chile entre los países líderes en el mundo, sino que además ya tiene a más del 60% de la población con una dosis de refuerzo y se encuentra en proceso la aplicación de la cuarta inoculación. Todo ello ha ayudado a contener el número de pacientes graves y de fallecidos, pese incluso a la alta contagiosidad de la variante Ómicron que elevó las cifras de contagios durante 2022 a niveles récord.
Pero si bien todo ello permitió hacer frente adecuadamente a la pandemia, también es cierto que tuvo altos costos económicos, sociales y personales. Algunos sectores sufrieron especialmente las consecuencias de las restricciones impuestas, como el sector turístico y aeronáutico. Además, hubo un alto costo en salud mental y en relaciones familiares, sin contar los efectos educativos en los más pequeños, cuyas consecuencias solo se verán a mediano y largo plazo. Por ello, cuando ya han transcurridos más de dos años de pandemia y existe el consenso científico de que el Covid-19 está camino a convertirse en una endemia, parece el momento adecuado para comenzar a evaluar el levantamiento de algunas restricciones impuestas, como ya vienen haciendo varios países.
Desde hoy en Nueva York no se exigirá comprobantes de vacunas en lugares cerrados ni el uso de mascarillas en colegios. Medidas similares se están adoptando en Italia, Alemania, Suiza o Reino Unido, sumado al caso de Dinamarca y Suecia que decretaron el fin de la pandemia. Por ello, las actuales exigencias que existen en el país sobre el uso de mascarillas o la presentación de pases de movilidad y realización de PCR al arribo a Chile deberían comenzar a flexibilizarse con el fin de intentar ir recuperando parte de la normalidad perdida y evitar seguir elevando los costos de la crisis. Existe conciencia en la ciudadanía que deberá aprender a convivir con el virus, pero Chile tiene a su favor un exitoso proceso de vacunación -superior incluso al de muchos de los países que ya han flexibilizado sus medidas- que da margen más que suficiente para avanzar hacia una nueva etapa.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.