Los desafíos de la ley que acerca los locales de votación

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Foto: Juan Farías

SEÑOR DIRECTOR

En octubre de 2021 fue promulgada la Ley 21.385 que reduce la distancia entre el domicilio electoral y el local de votación. La nueva lógica promoverá mayor participación, dado que el tiempo de desplazamiento será menor y es esperable que más personas puedan concurrir a pie hacia su local de votación.

En estos días se discute en el Congreso un proyecto para aplicar esta ley al plebiscito de salida, ya que la actual Constitución no lo permite. De aprobarse, la realización del plebiscito implicará dos cambios importantes: el cambio en el modo de asignar al electorado a los locales de votación y la obligatoriedad excepcional del voto.

Cabe señalar que hoy el voto voluntario, por esta y otras razones, tiene un sesgo significativo en contra de la representación de las personas de menor ingreso, uno de los motivos por los que su obligatoriedad permanente debería ser reconsiderada.

Este nuevo escenario será un desafío para el Servel ya que, especialmente por la obligatoriedad del voto, se llegará a un número de votantes inédito. Además, todo indica que seguiremos en pandemia, con protocolos sanitarios y aforos. Sin embargo, el Servel ha dado muestras de sobra de su capacidad para enfrentar grandes retos.

El otro desafío que se abre es ciudadano. A la fecha, el eje de asignación de electores eran las mesas; y una vez asignada, de no mediar un cambio de domicilio, la persona permanecía en ella hasta el fin de sus días. Con la modificación legal, el Servel deberá buscar -para cada elección y cada circunscripción- la asignación que reduzca al mínimo posible la distancia que medie entre el domicilio electoral de el o la electora y su local de votación. Por tanto, habrá que acostumbrarse que para cada elección o plebiscito deberemos confirmar el local de votación y la mesa.

El tercer desafío es político. El 41,5% de las y los electores que no votaron en el plebiscito de 2020 tampoco lo hicieron en la elección de constituyentes. Con el voto obligatorio, la gran interrogante es: ¿cómo votará ese grupo que no participó ni en la decisión de contar con una nueva Constitución ni en la de elegir al órgano constituyente?

Juanita Gana

Ex consejera del Servel

Profesora de Ingeniería Industrial, U. de Chile

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