3 claves de una promesa solitaria

MONEDA19576

Banner-Tercera-pm2.png

1. Cumplir una promesa

Al iniciar su segundo mandato en La Moneda en 2014, la Presidenta Michelle Bachelet lo hizo comprometida con la realización de tres reformas: tributaria, educacional y constitucional. A los vaivenes y cuestionamientos de las dos primeras y a sólo cinco días del término de su administración, la Mandataria busca cumplir a cabalidad con sus promesas de campaña. Sin embargo, éste es un anuncio que a todas luces resultará testimonial porque no hay ninguna certeza –más bien la balanza se inclina al lado contrario- de que el gobierno de Sebastián Piñera tramite la iniciativa.

2. Sello propio

La Mandataria supervisó y dio la aprobación final del nuevo texto constitucional. Aún más, Bachelet consultó apenas con su equipo de asesores más cercanos –no incluyó a sus ministros- detalles de la iniciativa. Al menos cuatro días antes de su presentación oficial, el proyecto estuvo sólo en las manos de la Presidenta para determinar los lineamientos finales. El único que tuvo mayor acceso a la revisión del texto en la etapa final fue el titular de Interior, Mario Fernández, un reconocido constitucionalista. Por ello, la iniciativa tiene un marcado sello de Bachelet y habrá que ver cuánto de las conclusiones del proceso ciudadano de participación –que incluyó Encuentros Locales Autoconvocados y cabildos- terminó plasmado en la propuesta.

3. Desaire final

Aunque podría haberse supuesto que una nueva constitución debiera ser el resultado final de un amplio debate, al menos en las propias filas, nada de ello ocurrió. La DC y el PPD expresaron en sendos comunicados públicos –cuando ya se hacía un secreto a voces el envío del proyecto- que no conocían el texto que se enviaría al Congreso. Un gesto que termina por rematar la distancia existente entre Bachelet y su coalición, la que se evidenció con la ausencia marcada de parlamentarios oficialistas que prácticamente no asistieron a la ceremonia en el salón Montt Varas de La Moneda y que augura –sin lugar a dudas- la falta de entusiasmo que tendrá la tramitación del proyecto en el Parlamento.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.