Bolsonaro llega a Chile y confronta a sus detractores en antesala de cumbre

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El presidente Jair Bolsonaro al llegar ayer a Santiago.

"Lo importante es que en mi país tuve una victoria excepcional", sostuvo el jefe de Estado al responder sobre las manifestaciones que habrá en su contra durante su visita.


"Yo no vine aquí a hablar de Pinochet".

Eran cerca de las 16 horas de este jueves cuando el Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, enfrentó a la numerosa prensa que lo esperaba en el aeropuerto de Santiago. El mandatario -que había arribado hacía pocos minutos proveniente de Washington, donde realizó una visita oficial que incluyó un encuentro con Donald Trump- abordó todos los temas que se le preguntaron en el punto de prensa: desde la reciente detención de su antecesor, Michel Temer, en Brasil (ver página 28), hasta las protestas que se preparan en Chile (ver nota secundaria) para repudiar su presencia en el país. Fue en ese contexto que se le consultó por su confesa admiración por quien lideró el régimen militar chileno. Ahí optó por la cautela.

"Yo no vine aquí a hablar de Pinochet. Hay muchos a los que les gusta y que no les gusta... No le podemos dar voz a la izquierda que siempre piensa que un lado está bien y no el otro", dijo Bolsonaro. "Vine a establecer lazos de libre comercio con un socio estratégico para mi país, como lo es Chile", sentenció respecto de la visita oficial que realizará en el país. "Siento un profundo respeto por el pueblo chileno, por el Presidente Piñera. Trataremos asuntos e intereses de nuestros países", añadió.

La visita oficial comenzará luego que concluya la primera edición del encuentro de presidentes sudamericanos agrupados bajo la sigla de Prosur, que se desarrollará este viernes en La Moneda.

"Toda América Latina pide unirse por la democracia, libertad y prosperidad", sostuvo al abordar el sentido de la cumbre. Fue ahí que señaló que junto a los otros mandatarios "vamos a hablar del final de la Unasur". Así, explicitó uno de los objetivos principales que están detrás de la creación del nuevo bloque: decretar la muerte del organismo que nació bajo el alero de la época dorada de los gobiernos de izquierda en la región.

Bolsonaro luego ahondó en las manifestaciones que se preparan en su contra, organizadas en rechazo a sus controvertidas opiniones respecto de la homosexualidad, o por señalar que "el error de la dictadura (en su país) fue torturar y no matar", o aquellas contra la mujer, como cuando señaló que "deben ganar menos porque quedan embarazadas". Opiniones que han sido usadas como argumento por los presidentes de la Cámara de Diputados, Iván Flores (DC), y el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD), para restarse del almuerzo que Sebastián Piñera ofrecerá el sábado a su par brasileño.

"No tengo una unanimidad, tengo manifestaciones en contra en cualquier parte del mundo a donde voy. Lo importante es que en mi país tuve una victoria excepcional", sostuvo Bolsonaro, quien venció en octubre pasado con un 55%. "Todas las personas que reclaman hoy hubiesen querido que Brasil caminara por la situación en que se encuentra Venezuela, donde el pueblo lucha valientemente para la libertad", sentenció el mandatario brasileño, quien luego se dirigió a un hotel capitalino, donde volvió a conversar con la prensa, aludiendo esta vez a la propuesta de parlamentarios de oposición de declararlo "persona non grata".

"La oposición en Brasil también. ¿Cómo cree que el PT me ve en Brasil. Tienes oposición en cualquier lugar?", dijo.

Crece debate por visita

La llegada de Bolsonaro a Santiago coincidió con el recrudecimiento de la postura de la oposición chilena. Más aún luego de que se dieran a conocer declaraciones del jefe de gabinete de Bolsonaro, Onyx Lorenzoni, quien aludió a la figura de Augusto Pinochet.

"En el período de Augusto Pinochet, Chile tuvo que tener un derramamiento de sangre. Tristemente la sangre tiñó las calles de Chile, pero las bases macroeconómicas fijadas en aquel gobierno, pasaron a gobiernos de izquierda y ninguno ha modificado las bases macroeconómicas implementadas por Pinochet", sentenció en Radio Gaucha.

Sus dichos fueron aludidos por el senador Quintana y el diputado Flores, quienes ratificaron directamente a Piñera -durante el almuerzo que compartieron en la recepción al Presidente colombiano, Iván Duque- que se restarán de la cita con Bolsonaro del sábado.

"No recuerdo declaraciones así de un gobierno cuyo mandatario pisa suelo chileno. Creo que este es un agravio ya no solo a la oposición, ya no solo a las víctimas de (violaciones) a los DD.HH., sino al país entero", dijo Quintana.

"Lo que ha ocurrido hoy día con este vocero cercano a él, justificando, y voy a citar una frase textual, el baño de sangre en Chile... es un desatino que no tiene parangón", sostuvo en tanto Flores.

Por la tarde, Sebastián Piñera abordó el rechazo expresado desde la oposición a la visita de Bolsonaro."Brasil es un país que ha sido siempre un gran aliado, un gran amigo de Chile, y por tanto vamos a recibir a su Presidente con todo el respeto que le tenemos a Brasil y al Presidente Bolsonaro. Y yo espero que todos en Chile sepamos comprender la importancia de las buenas relaciones con todos los países del mundo, pero especialmente con los países de nuestra América Latina", dijo.

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