Boric llama al resto de América Latina a condenar la “guerra de agresión imperial” de Rusia contra Ucrania y hace gesto a Cuba
El Mandatario cerró este martes su jornada en Bruselas con un discurso ante el plenario de la Celac-UE. En su alocución, el Presidente emitió un duro emplazamiento a sus pares de la región a condenar la invasión de Rusia en Ucrania, y cuestionó las violaciones de derechos humanos en Venezuela y Nicaragua. Sin embargo, el Jefe de Estado evitó hacer lo mismo respecto de la situación cubana y cuestionó el bloqueo de Estados Unidos, lo que desató críticas en la oposición.
Un contrapunto con varios de sus pares de América Latina marcó este martes el Presidente Gabriel Boric en su quinto día de gira por Europa. El Mandatario participó de la segunda jornada de la cumbre Celac-UE, instancia que reúne a países de América Latina, el Caribe y la Unión Europea y, en el plenario, emplazó a otros líderes progresistas a condenar la “guerra de agresión imperial” que, a su juicio, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha desplegado en territorio ucraniano.
En un discurso de seis minutos en el European Building de Bruselas, el Jefe de Estado llamó a sus pares de la región a ser claros en la defensa de principios como el respeto irrestricto de los derechos humanos, pero también del derecho internacional, el que acusó estar siendo violado por parte de Rusia.
“En este lugar ha estado en debate la situación en Ucrania. Creo que es importante que desde América Latina lo digamos con claridad: lo que sucede en Ucrania es una guerra de agresión imperial inaceptable donde se viola el derecho internacional”, dijo Boric, cuestionando que -a esas alturas, cuando se negociaban los detalles de una declaración conjunta del foro- países de esa zona se estuviesen oponiendo a incorporar un párrafo en que se señalara que la invasión es contra el país liderado por Volodymyr Zelensky.
“Entiendo que la declaración conjunta está trabada hoy día porque algunos no quieren decir que la guerra es contra Ucrania. Estimados colegas: hoy día es Ucrania, pero mañana podría ser cualquiera de nosotros. En esto no dudemos por complacencias que se puedan tener en uno u otro momento con cualquier líder. Da lo mismo si cae bien o cae mal el Presidente de un país. Lo importante es el respeto al derecho internacional y acá se ha violado claramente, no por las dos partes, por una parte que es invasora y que es Rusia. Y creo que es importante que lo digamos claramente para poder avanzar en acuerdos”, dijo el Jefe de Estado.
En la antesala de la cita intercontinental, Zelensky deslizó que países de América Latina habían vetado su presencia en el evento, tras una invitación de Pedro Sánchez (España), algo que -según explicaron desde la Cancillería- no se le consultó a Chile.
Las palabras de Boric, afirman en la delegación que lo acompaña en su gira por Europa, apuntan justamente a relevar un tema en que el Presidente ha demostrado que tiene una convicción genuina, pero también a hacerse destacar como un interlocutor relevante para Europa en América Latina, que no teme marcar diferencias con otros líderes de su mismo signo político, los que no necesariamente defienden con la misma fuerza esos principios cuando se trata de regímenes con los que comparten ideología política o intereses económicos.
En ese sentido, las mismas fuentes destacan que el Mandatario logra encaminarse como una autoridad en materia de derechos humanos, incluso por sobre otros líderes con un peso geopolítico mayor como es el caso de Inácio Lula da Silva (Brasil) o Gustavo Petro (Colombia), quienes han tenido un tono más tibio a la hora de condenar a Rusia.
Pese a las resistencias de algunos Estados, finalmente la mayoría de los 45 países que integran la instancia suscribieron una declaración en que se manifestó preocupación por la guerra contra Ucrania. El único país que no respaldó el documento definitivo fue Nicaragua.
“Expresamos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania, que continúa causando un inmenso sufrimiento humano y está exacerbando las fragilidades existentes en la economía mundial, restringiendo el crecimiento, aumentando la inflación, interrumpiendo las cadenas de suministro, aumentando la inseguridad energética y alimentaria y elevando los riesgos para la estabilidad financiera. En este sentido, apoyamos la necesidad de una paz justa y sostenible”, se señaló en la declaración, documento que fue calificado como tibio por parte de la prensa internacional.
El gesto a Cuba desata críticas en la oposición
Fiel a su estilo e interpretado como una señal de equilibrio en su relato, el Presidente hizo un gesto a Cuba, país que estuvo representado en la cumbre por su Mandatario Miguel Díaz-Canel. Según ha constatado la Comisión Interamericana de DD.HH. y Human Rights Watch, en el país caribeño se han registrado actos represivos, detenciones ilegales y otros tipos de vulneración de derechos de la población. Y si bien el Mandatario condenó las violaciones de derechos humanos cometidas en Venezuela y Nicaragua, respecto de la isla solo se limitó a condenar el bloqueo y las sanciones por parte de Estados Unidos.
“Me siento en el deber de decir que no debieran ser tolerables en América Latina ni en ninguna parte del mundo situaciones como las que ocurren en Nicaragua hoy día o la terrible crisis que ha llevado al éxodo de más de seis millones de venezolanos (...), pero -a su vez- tenemos que pensar conjuntamente cuál es la manera de solucionar esto y no de agrandar el problema”, subrayó Boric.
“Y por eso, sin tutelajes, debemos decir con claridad que las sanciones que se imponen de manera unilateral no están aportando a la solución. Las sanciones de Estados Unidos a Venezuela no aportan a la solución del problema en Venezuela, el bloqueo de Estados Unidos a Cuba no aporta en nada al pueblo de Cuba, menos aún la inaceptable declaración de Cuba como país que ampara el terrorismo, cosa que no es cierta. Tenemos que rechazar ello con mucha fuerza”, agregó, sin mencionar las sanciones de la propia Unión Europea sobre esas naciones, algo que sí cuestionó en Brasil en junio pasado.
El mayor gesto del Presidente, sin embargo, vendría después. En el marco del punto de prensa que hizo en el icónico monumento Atomium en las afueras de la capital belga, donde hizo un balance de su paso por ese país, Boric no respondió ante la pregunta directa de por qué hacía una diferencia respecto de Cuba y si creía que allí también se violan los derechos humanos.
De forma genérica, el Mandatario se limitó a decir que “condeno firmemente las violaciones a los derechos humanos en toda parte y en todo lugar. Me parece que las sanciones económicas que se establecen en contra de los pueblos no ayudan en la resolución de los conflictos, sino que terminan perjudicando a los pueblos y no a sus gobernantes que son responsables de las situaciones políticas que se vive en esos países. Eso es lo que hemos defendido y es la posición que hemos sostenido de manera clara y concreta en los espacios multilaterales a los que hemos ido”.
En 2021, durante la campaña presidencial, Boric había señalado respecto de Cuba que “no tenemos que elegir entre condenar el bloqueo y las violaciones a los derechos humanos”.
En la oposición hubo críticas a los dichos de Boric sobre Cuba. El diputado republicano de la comisión de Relaciones Exteriores, Stephan Schubert, dijo que “en su discurso, en ninguna parte critica las graves vulneraciones a los derechos humanos que ocurren actualmente en Venezuela, así como también ocurren en Cuba (...) Los derechos humanos son de todos los colores políticos y no es privativo de la izquierda”.
El secretario general de RN, Diego Schalper, por su parte, indicó que “me parece que la condecoración al señor Garzón, sumado a este gesto a las dictaduras del continente latinoamericano, dan cuenta de que el Presidente está más preocupado de hablarle a el 30% o 25% que lo apoya que hacerse cargo de ser el representante del Estado de Chile. Nos parece tremendamente grave y le exigimos al Presidente Boric que tenga conciencia de que ser Presidente significa velar por los intereses del Estado y no por los intereses de un grupo de su coalición”.
Acuerdo de modernización
Por otro lado, el Jefe de Estado remarcó los beneficios de la modernización del acuerdo marco entre Chile y la Unión Europea, el que nuestro país ratificó el año pasado y que se podría firmar a fines de 2023.
“Valoro muchísimo, como Presidente de Chile, que hayamos llegado, con nuestro país y la Unión Europea, a un Acuerdo de Modernización de nuestro Tratado de Asociación y hago los votos e insto, como decían varios presidentes anteriores, a que se llegue al mismo término con nuestros hermanos del Mercosur y también con México, que pasemos de las declaraciones de intenciones a avanzar concretamente”, dijo.
Y agregó: “En nuestro país, y con esto termino, estamos avanzando firmemente en constituirnos como un aporte a la transición energética, a la transición climática, a la lucha contra la crisis climática con la explotación del litio, hidrógeno verde y el cobre, pero desde la perspectiva de crear valor agregado en nuestro país y en nuestra región. No solamente ser una fuente de materias primas, sino crear valor para crear riqueza para distribuir manera más justa la riqueza entre nuestros pueblos. Acá vamos a ganar, vamos a estar mejor y vamos a construir un mundo en paz y con justicia sólo si todos ganamos de nuestras relaciones y no sólo si unos pocos se benefician de ella”.
Finalizado su paso por Bruselas, cerca de las 21.30 de Bélgica (las 15.30 en Chile), el Presidente viajó hasta Ginebra (Suiza), donde continuará su gira por Europa.
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