Chile Vamos gana Santiago en jornada marcada por sorpresas
La UDI, RN y Evópoli se consolidaron como fuerza hegemónica en la derecha por sobre los republicanos. Hasta anoche estaban ganando en 121 comunas; mientras el oficialismo triunfaba en 111 y republicanos en 8. La izquierda no oficialista, sin embargo, le propinó un golpe a Chile Vamos con el triunfo de Matías Toledo (indep.) en Puente Alto.
A pesar de algunas derrotas inesperadas, por ejemplo, en Puente Alto, Chile Vamos se alzó anoche como la principal fuerza política tras las elecciones de alcaldes, gobernadores, concejales y consejeros regionales.
Uno de los triunfos más celebrados de este conglomerado era el del exministro Mario Desbordes (RN), quien logró recuperar el municipio de Santiago tras cuatro años de gobierno local de la alcaldesa, Irací Hassler (PC).
El postulante de derecha triunfó con un 51% de los votos, mientras que la alcaldesa comunista sacó cerca de un 28%. Pasadas las 21 horas, Desbordes descorchó una botella de espumante para festejar.
El caso de Santiago era simbólico del avance de Chile Vamos, que se impuso en algunos bastiones del oficialismo como Independencia, San Miguel, La Serena, Rancagua y Puerto Montt. También recuperaron Antofagasta y Ñuñoa. Estas victorias nuevas, además de la retención de Lo Barnechea, Vitacura, Providencia, Talca y Punta Arenas, le daban a la alcaldesa y eventual presidenciable de Chile Vamos, Evelyn Matthei, un impulso anímico para una eventual carrera a La Moneda. Desde 2012, la comuna capital ha sido un predictor de las elecciones presidenciales, anticipando un cambio de mano en la coalición gobernante.
Las buenas noticias para Chile Vamos y Matthei se complementaban, además, por los resultados discretos del Partido Republicano, que hasta anoche no estaba logrando ningún triunfo emblemático, aun cuando se esperaba que la tienda que lidera José Antonio Kast pudiese alcanzar alguna gobernación regional en segunda vuelta y pudiese tener un crecimiento de concejales y cores.
En total, la UDI, RN y Evópoli estaban ganando en 121 comunas; mientras el oficialismo triunfaba en 110 y los republicanos en 8. Los independientes fuera de pacto triunfaron en 104 comunas.
La oposición completa (Chile Vamos, republicanos, socialcristianos y Demócratas) sumaba 131 alcaldías.
Adicionalmente, la exministra Marcela Cubillos (independiente), quien corría como favorita en Las Condes, sufrió una sorpresiva derrota a manos de otra independiente, la concejala Catalina San Martín (ex Evópoli), lo que también era un resultado favorable para Matthei. De hecho, si Cubillos lograba una buena votación, hubiera quedado aspectada como presidenciable de la derecha.
Investigaciones judiciales, como el caso Audios, y escándalos como los sueldos en la Universidad San Sebastián, aparentemente afectaron a ciertos candidatos como Cubillos.
Sin embargo, en Puente Alto, las fuerzas de izquierda dieron su principal golpe a la derecha, ya que el candidato independiente Matías Toledo, quien no era carta del oficialismo, se impuso sorpresivamente a Karla Rubilar (independiente RN), rompiendo con ello el dominio de 25 años que tenía Renovación Nacional en esa comuna.
A nivel de concejales, el oficialismo redujo su peso con 858 electos, versus 1.110 de las fuerzas de oposición y 109 independientes.
Oficialismo herido
A la derrota de Hassler, que confirmaba la “maldición” de los alcaldes de Santiago, que no se han reelegido desde 1996, se sumó la caída de Emilia Ríos en Ñuñoa que peleó voto a voto con Sebastián Sichel, quien se impuso al final de la jornada por 46,8 % versus el 45,8% de los votos de la frenteamplista.
No todos los resultados eran negativos para el oficialismo, ya que la caída electoral se estaba concentrando en el Socialismo Democrático que pasó de 69 a 35 alcaldes.
El Frente Amplio, por ejemplo, logró triunfos en Valparaíso, con la concejal Camila Nieto (FA) - quien buscaba quedarse con el cargo que había ejercido por dos períodos, Jorge Sharp- y en Viña del Mar, con la alcaldesa Macarena Ripamonti (FA), quien se reeligió como la quinta mayor votación del país con 112.828 votos.
El caso de Maipú, en tanto, era otro de los triunfos importantes del frenteamplismo, aunque no representaba mayor sorpresa. El alcalde maipucino Tomás Vodanovic (Frente Amplio) confirmaba su condición de favorito y se alzaba anoche la primera mayoría nacional.
Otra pelea voto a voto también se estaba dando en Peñalolén entre Miguel Concha (Frente Amplio) y Claudia Mora (RN) que estaban a una distancia de 90 votos.
En términos de capitales regionales, Chile Vamos logró imponerse en siete ciudades (Antofagasta, La Serena, Santiago, Rancagua, Talca, Punta Arenas y Puerto Montt). El oficialismo, en tanto, logró y retuvo siete alcaldes en Iquique, Copiapó, Valparaíso, Chillán, Temuco, Valdivia y Coyhaique. En Arica y Copiapó ganaron independientes, mientras que en Concepción triunfó el candidato socialcristiano.
Desde temprano el plan de La Moneda era dar una señal de unidad. Para eso el Presidente Gabriel Boric convocó a los presidentes de partidos que apoyan a su gobierno con el fin de esperar juntos los resultados en La Moneda.
La invitación tenía el objetivo adicional de evitar que se acrecentara la fisura ya evidente entre el Socialismo Democrático y el Frente Amplio, a raíz del escándalo provocado por el caso Monsalve.
El plan original del gobierno era también tener una foto con los triunfadores de la Región Metropolitana.
Para eso, la Presidencia convocó temprano a los candidatos del sector. Toledo, por su parte, si bien no era carta del oficialismo, se sumó anoche a la reunión en La Moneda.
En sus palabras, el Mandatario dijo que los resultados no había que leerlos como una derrota. Incluso dijo que “los pronósticos catastrofistas de uno u otro lado no se cumplieron... Dimos cara y tenemos que seguir trabajando en los territorios con el proyecto progresista y humano que representamos”.
Los Orregos
A nivel de gobernadores regionales, las cartas opositoras habían logrado acortar la brecha y la hegemonía de las fuerzas de izquierda y de centroizquierda.
No obstante, el actual jefe regional metropolitano, Claudio Orrego (ex DC), se alzaba igualmente como el postulante más votado en estos comicios. No obstante, no logró triunfar en primera vuelta y se tendrá que medir ahora con el candidato de RN, Francisco Orrego.
Anoche, solo cinco regiones eligieron a su autoridad en primera vuelta (uno de derecha en Aysén y cuatro oficialistas: Tarapacá, Ñuble, Los Ríos y Magallanes). En las otras, el ganador se definirá el 24 de noviembre. En términos porcentuales, Chile Vamos sumaba más de un 25% de los votos de gobernadores regionales, versus un 14% de los republicanos.
Estas elecciones se desarrollaron de manera inédita en dos días. Pese a las dudas iniciales expresadas desde la derecha por la posibilidad de fraude, el balance fue positivo al punto que los mismos parlamentarios de oposición plantearon la viabilidad de repetir la fórmula en las siguientes elecciones.
Si bien anoche aún no estaba el cómputo final de votos, la participación bordeó los 13 millones de electores, con cerca del 85% del padrón de 15.450.337 personas.
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